Ante una oposición desorientada por la derrota, Javier Milei celebra una fiesta que Macri pagó por "última vez"

Por ahora no asoma una tercera, ni tampoco una vencida para la oposición, que este miércoles asistió a un duro revés, porque no pudo lograr los dos tercios necesarios para insistir con la Ley de Financiamiento Universitario y rechazar el veto de Javier Milei. La sesión concluyó con 160 votos positivos, 85 negativos y 5 abstenciones para la insistencia, sin lograr los dos tercios necesarios.

El Presidente habilitó negociaciones, otra vez, a último momento y pudo recomponer una gran parte de los "87 héroes" que le permitieron ganar el primer round por el veto a la nueva ley de movilidad jubilatoria. Con la caída de ambas normas, íntegramente impulsadas por la oposición, el Gobierno demostró que a pesar de su debilidad numérica puede mantener el "escudo legislativo" que buscó armar para evitar cualquier iniciativa que alcance los dos tercios de los presentes, un número clave para otras mayorías legislativas, como la requerida para que avance un pedido de juicio político.

Los negociadores que responden a Milei sudaron más que en la oportunidad anterior. Tal como le pasó a la UCR, el PRO tuvo un cisma interno, pero siguió siendo el pilar fundamental para llegar al tercio requerido, con una dimensión menor que la vez anterior, debido a los ausentes y dos tercios de los presentes más acotado. De sus 38 bancas, el bloque conducido por Cristian Ritondo aportó 35: tuvo dos rebeldes, como el larretista Álvaro González y Héctor Baldassi afirmativos, además de la ausencia del fueguino Héctor Stefani.

cristian ritondo camara diputados

Los números del bloque amarillo son mucho más que un juego de mayorías, silencios y minorías. Es la geografía de "la última vez", tal como justificaron varios integrantes del espacio la decisión de bancar el veto jubilatorio, cuando consideran que la agudización del conflicto fue por mala praxis del Gobierno, al no haber cerrado la paritaria con los docentes y no docentes universitarios.

El sabor amargo es mayor, porque finalmente pudieron advertir que el Ejecutivo estaba dispuesto a aflojar una nueva partida presupuestaria y contradecir la máxima del déficit cero con tal de evitar que se cayera el veto a la ley universitaria. Quedó demostrado con el aumento salarial cercano a los 7 puntos y la actualización de la garantía salarial docente para las categorías más bajas, un punto que el Gobierno había resuelto en agosto, pero que nunca había aplicado.

Si hay dinero para el aumento, entonces resulta indigerible, incluso para los mejores aliados del oficialismo, el argumento de la ausencia de fondos para el financiamiento universitario. La pulseada es política y revela hasta donde está dispuesto el Ejecutivo a confrontar con el Congreso, incluso en vísperas del tratamiento del Presupuesto 2025, donde está solo la mitad de los cálculos que había hecho el Consejo Interuniversitario Nacional para el año que viene.

camara diputados congreso

La última vez de Macri

El apoyo por "última vez" también fue repetido por el expresidente Mauricio Macri desde la semana pasada, cuando visitó personalmente al estratega presidencial Santiago Caputo. El titular del PRO tejió dentro del bloque y también con los gobernadores para empujar los votos, incluso con desgano y desconfianza, pero también con el empeño del último empujón antes de perder la paciencia.

A pesar de las pocas ganas que tenía una parte importante del bloque de bancar el veto universitario, los movimientos tardíos del Gobierno para ofrecer un gesto, sirvió de trampolín para consolidar una mayoría que Macri no controla, pero que ahora lo beneficia y le sube el precio, como garante de estabilidad en Diputados, pero también como un pilar que revela la fragilidad de Milei. Si el Presidente sigue incumpliendo los acuerdos con el macrismo, es posible que ese pilar se transforme en soledad o en una intemperie que se parezca al rigor.

Macri milei

La UCR volvió a vivir la fragmentación de sus 33 bancas, con la abstención de Pablo Cervi y los apoyos al veto de los diputados Martín Arjol, Mariano Campero, Luis Picat y José Tournier. El dato no es menor, porque el apoyo de esos cuatro radicales marca que el bloque radical sigue son resolver la crisis interna originada por la relación con el Gobierno. Para el partido radical, el revés opositor es un espejo incómodo que ahora expondrá a sus diputados ante su base universitaria, cada vez más movilizada de ahora en adelante.

El escudo para blindar los vetos también contó con respaldos peronistas, especialmente de los tres legisladores que responden al gobernador tucumano Osvaldo Jaldo y que se fueron del bloque de Unión por la Patria. Los respaldos peronistas crecieron a cuatro con la ausencia de la catamarqueña Fernanda Ávila, que responde al gobernador Raúl Jalil.

Los "héroes" pasaron de 87 a 85, con renovados aportes, pero con una dependencia estructural del PRO, que Macri buscará cobrar lo más caro posible.

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El Gobierno logró blindar el veto a la Ley de Financiamiento Universitario.