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Aunque se muestren los precios en dólares, mejor es mirar los pesos

El nuevo sistema que permite a los comercios mostrar y facturar sus bienes en dólares puede generar confusión porque en Argentina hay varios tipos de cambio. A pesar de ello, las normas de ARCA obligan al comercio a usar la cotización del dólar oficial para ṕagar el IVA de sus ventas en moneda extranjera.

Arrancó el nuevo sistema que permite a los comercios mostrar sus precios en dólares. En rigor, la modalidad no es tan desconocida para los consumidores argentinos, ya que durante el período de la convertibilidad en la década del 90’ también se pudo hacer.

La gran diferencia que hay con aquel período es que ahora en la Argentina hay múltiples tipos de cambio que hacer más complicado al comerciantes, sobre todo, definir cuál es la cotización que va a usar. Así, el nuevo sistema de precios en pesos y en dólares puede llevar a los comercios a convertirse en “casas de cambio” de hecho.

Mientras el gobierno impulsa la “transparencia fiscal” para que los comercio muestren los precios sin impuestos, para que se note claramente cual es la presión tributaria que enfrenta el público, el esquema de facturación en dólares puede también poner en evidencia algo que molesta a los funcionarios de la Casa Rosada. Y es que también se va a transparentar el atraso cambiario.

En un contexto donde hay diferentes cotizaciones, si el consumidor no quiere tener problemas, tendrá que seguir mirando siempre los precios expresados en pesos, para saber si algo que está caro o barato. Y a partir de allí, con la calculadora en la mano, determinar si la cotización del dólar que pone el comerciante es cara o barata.

¿Cuál será el tipo de cambio desde el punto de vista del comercio?

En teoría, quedaría a criterio del comerciante decidir a qué precio va a tomar los dólares de sus clientes. A primera vista, se supone que el comerciante va a querer “pagar” menos por los dólares y por lo tanto, con la misma cantidad de pesos, conseguir más billetes norteamericanos.

En cambio, para el cliente será a la inversa. Va a querer entregar sus dólares a una cotización mas alta. En ese caso, si le dan mas pesos por sus dólares, podría resultarle mas barato su compra.

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La realidad es que el comerciante tiene una “guía” que lo puede llevar a decidir por el cotización más baja. Eso lo determinan las normas de “transparencia fiscal”, las nuevas disposiciones que obligan a los comercios a discriminar precio de impuestos.

Si el comerciante hace una factura en dólares, cuando tenga que pagar el el IVA de esa operación a la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) , las regulaciones indican que tiene que tiene que tomar el tipo de cambio vendedor del Banco Nación del día anterior.. Ese valor está en $1.060.

Por lo tanto, si el vendedor acepta dólares a una cotización más alta va a estar comprando “dólares caros” para entregárselo al Estado “más baratos”. Es decir, estará usando menos pesos para conseguir los billetes norteamericanos y gastando mas para pagar sus impuestos.

La transparencia cambiaria

La factura en dólares podría “transparentar” que el dólar está atrasado. En principio, algunos suponen que el comercio pequeño de barrio ni se va a meter con esto. Sería una complicación. Habría que tener billetes pequeños para dar vueltos. Los importes que se manejarían son muy bajos.

El sistema, entonces, es probable que funcione para grandes cadenas de todo tipo. Y ahí va a regir el principio de “dólar mas barato”. Y eso va a demostrar que el precio del dólar oficial está retrasado.

El caso sería el de alguien que compra un electrodoméstico que cuesta $1.000.000. Si el comercio lo expone al dólar Banco Nación, valdrá u$s943. Pero si el cliente quiere que le coticen al dólar MEP tendría que valer u$s843 y si quiere que se lo coticen al blue, tendría que ser de u$s809. Entre el precio valor MEP del producto y el tipo de cambio que tiene que tomar el comercio para liquidar los impuestos de su factura en moneda extranjera, hay una diferencia de u$s100 y si se toma con el “dólar de la calle” sería de hasta u$s134.

Sensación turista

En realidad, al habilitar la facturación en moneda extranjera el gobierno va a reproducir las mismas sensaciones que puede puede tener un turista uruguayo que visitó Buenos Aires en enero de 2024 y que ahora regresa en 2025. Hace un año estaba todo regalado y ahora está caro. Va a quedar expuesto el atraso cambiario.

El lanzamiento de la “dolarización endógena”, como llama el Gobierno a este proceso, sin tener unificado el mercado puede generar un nuevo “rulo”. Las grandes cadenas de comercio van a querer comprar dólares baratos para luego venderlos en el mercado MEP, que es legal, obteniendo una diferencia por tipo de cambio. Es casi que con esa diferencia pagarían los impuestos.

Otra posibilidad es que un comerciante acepte tomar dólares al valor del blue, pero en ese caso le haga a su cliente una factura en pesos, y entonces luego venda esos dólares en el “mercado libre” con algunas diferencias mínimas de precio a su favor.

Otras alternativas podría ser comercios que a modo de promoción ofrezcan a sus clientes tomar sus dólares a precios más altos del mercado, aunque en ese caso, lo relevante sería mirar si ese comerciante no subió previamente sus precios en pesos.

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