Buenos Aires: construirán una nueva línea de subte que irá hasta La Bombonera después de 25 años

Buenos Aires se prepara para una revolución en su movilidad urbana con la próxima construcción de la Línea F de subte, un proyecto emblemático que marcará un antes y un después en la conexión entre barrios históricos. Tras 25 años sin nuevas líneas, esta iniciativa unirá Barracas y Palermo a través de 11 estaciones distribuidas en 9 kilómetros.

Según explicó Jorge Macri, jefe de Gobierno porteño, se priorizará la integración de zonas estratégicas, aliviando la saturación de rutas existentes. Será un "hito generacional", aseguró al tiempo que resaltó su impacto en la vida cotidiana de millones de personas.

El trazado, dividido en dos etapas, comenzará con seis estaciones: Brandsen, Constitución, Cochabamba, Chile, Congreso y Tucumán, para luego expandirse hacia el norte. Además de facilitar trasbordos con la Línea C y el Ferrocarril Roca, la F atravesará núcleos urbanos como San Cristóbal y Recoleta, dinamizando el flujo de pasajeros.

Macri no dejó pasar la oportunidad de bromear sobre su ubicación cercana a La Bombonera, destacando cómo beneficiará a los hinchas de Boca en días de partido: “Les damos una mano a los primos”, ironizó, en referencia a su afinidad por River Plate.

Una nueva línea de subte, un proyecto con historia y desafíos

La idea de la Línea F no es nueva. Surgió en 2001 bajo una ley que contemplaba también las líneas G e I, pero recién en 2019, durante la gestión de Horacio Rodríguez Larreta, se anunció formalmente. La pandemia postergó su ejecución, aunque ahora resurge con un presupuesto inicial de 1.050 millones de dólares para la primera fase, que incluye trenes modernos con aire acondicionado y sistemas de señalización de última generación. Se estima que transportará a más de 300.000 usuarios diarios, combinando eficiencia y comodidad.

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La Línea F será la nueva expansión del subte en Buenos Aires.

Pablo Bereciartua, ministro de Infraestructura, subrayó que el objetivo va más allá de añadir kilómetros de vías: “Buscamos crear transversalidades que simplifiquen los desplazamientos”, explicó. Las obras iniciarán en 2026, tras un proceso de licitación internacional programado para junio de 2025, y se prevé su inauguración en 2031. Mientras tanto, en los próximos dos meses, se publicarán los requisitos para que empresas locales y globales participen en la convocatoria.

La Línea F es solo una pieza de un plan mayor. La red de subtes recibirá 214 nuevos vagones para las líneas A, B y C, con una inversión de 370 millones de dólares, la más alta en una década. Estaciones emblemáticas como Lima (Línea A) y Palermo (Línea D) están siendo remodeladas, mientras que otras, como Uruguay y Carlos Gardel, iniciarán obras pronto. En el Premetro, paradores como Fernández de la Cruz y Ana María Janer ya muestran avances, con mejoras enfocadas en accesibilidad y seguridad.

TramBUS, el otro avance

Complementando al subte, dos líneas de TramBUS eléctrico debutarán en 2026 y 2027. Este sistema híbrido combina la rapidez del metro con la flexibilidad del Metrobús, utilizando carriles exclusivos y semáforos inteligentes para reducir los viajes en un 40%. El T1 unirá Aeroparque con el Centro de Trasbordo Sáenz, pasando por Caballito y Boedo, mientras el T2 conectará Belgrano C con San Pedrito, integrando Villa Urquiza y Flores. Cada línea movilizará a 60.000 personas diarias con buses eléctricos, accesibles y silenciosos.

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Macri enfatizó las ventajas ambientales: “Es un subte en superficie, pero más moderno y sostenible”. Además, destacó cómo agilizará trayectos complejos, como ir de Villa Urquiza a Parque Patricios, que actualmente demanda horas. “Esto devuelve tiempo valioso a la gente para disfrutar con sus familias o invertir en su crecimiento”, afirmó. El TramBUS también mejorará el acceso a Aeroparque, reduciendo a la mitad el tiempo desde Pompeya, según proyecciones oficiales.

Estas iniciativas no solo modernizan la infraestructura, sino que redefinen la experiencia urbana. La Línea F y el TramBUS simbolizan un esfuerzo por descentralizar el transporte, llevando conectividad a zonas tradicionalmente relegadas. Con estaciones renovadas, trenes más frecuentes y opciones ecoamigables, Buenos Aires avanza hacia un modelo donde eficiencia y sustentabilidad van de la mano.