Caso María Cash: revive la investigación y hay un nuevo sospechoso
A más de trece años de la desaparición de la joven en Salta, la Justicia Federal reactivó la investigación con nuevos interrogatorios.
Más de trece años transcurrieron desde la desaparición de María Cash, la joven diseñadora que fue vista por última vez el 8 de julio de 2011 en un paraje desolado de la provincia de Salta. Este caso, que sigue sin resolverse, conmocionó al país y dejó muchas preguntas sin respuesta.
Ahora, la Justicia Federal decidió reactivar la investigación con nuevas medidas que buscan desentrañar los misterios de aquel viaje que nunca completó.
El fiscal Eduardo Villalba, a cargo de la causa, ha decidido poner el foco de nuevo en la zona donde María desapareció. Con el objetivo de reconstruir sus últimas horas conocidas, diferentes testigos fueron citados a declarar. Uno de ellos es Ramón Crespín, propietario de una gomería en la localidad de Palomitas, cerca del lugar donde se vio por última vez a la joven. Crespín ya había sido interrogado en los primeros días de la investigación, pero su testimonio cobra relevancia nuevamente.
En diálogo con un medio local, Crespín negó haber visto a María Cash o a cualquier persona extraña en los días posteriores a la desaparición. Asegura que la presencia de alguien en la zona habría alertado a sus perros, que ladran ante cualquier movimiento inusual.
"Es imposible que no nos hubiéramos enterado si alguien hubiera estado en la zona. Tenemos perros que ladran cada vez que alguien pasa caminando o se detiene un vehículo. Nunca vimos a esa chica y el camionero tampoco se dejó ver por aquí", expresó el hombre.
Las últimas pistas conocidas
Desde el comienzo de la búsqueda, uno de los pocos rastros que guió la investigación fue el testimonio de un camionero. Este declaró que levantó a la joven y la dejó cerca de la casa de la familia Crespín, en un área rural. Sin embargo, la versión del camionero no parece tener sentido para los residentes del lugar. Las cámaras de seguridad captaron la última imagen de María Cash caminando por la ruta 9, cerca del peaje de Aunor, desorientada y con su mochila roja al hombro. Ese registro, obtenido al mediodía del 8 de julio de 2011, sigue siendo la última prueba visual de su paradero.
Ese día, horas antes de desaparecer, María pasó por el Hospital San Bernardo. Allí, solicitó atención médica, pero se fue antes de que la atendieran. Durante aquella mañana, realizó varias llamadas y pidió el contacto de la hermana de una amiga, aunque tampoco esperó a recibir respuesta. Luego, todo quedó en un inquietante silencio. Ningún otro rastro quedó de María: no hubo más filmaciones, ni mensajes, ni llamadas.
Un enigma que persiste
La desaparición de María Cash se convirtió en un doloroso enigma para su familia. María Gallegos, madre de la diseñadora, expresó su desconsuelo en numerosas oportunidades. "Nunca se nos hubiera ocurrido que iba a pasar tanto tiempo sin encontrarla; es algo insólito que en esta época del mundo una persona esté desaparecida y no pase nada; a nadie se lo traga la tierra", afirmó en una entrevista en Con Criterio Salta.
Con el avance de las nuevas medidas, la Justicia espera obtener respuestas que permitan esclarecer qué ocurrió con María. Las pruebas realizadas, las declaraciones de testigos y la revisión de pistas podrían ser claves. Sin embargo, aún queda mucho por hacer para resolver un caso que marcó a la sociedad argentina y que, después de más de una década, sigue siendo un misterio que espera resolución. La familia Cash mantiene la esperanza de que, algún día, se conocerá la verdad y se encontrará justicia para María.
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