Condenan a la dueña de un prostíbulo de Tierra del Fuego por explotar a ocho mujeres vulnerables

Un increíble episodio con una pasajera que, aterrada, se negó a bajar de un avión que aterrizó en Tierra del Fuego dio lugar a una investigación de una red de trata de personas que, más de diez años después, sigue sumando capítulos en la Justicia, ahora por explotación sexual y con una nueva condena a la dueña del prostíbulo de Río Grande involucrado.

En esta oportunidad, la justicia unificó la condena contra su propietaria: a la que le habían dado por dos casos comprobados de trata, sumó la que acaban de dictarle por explotar económicamente a ocho mujeres que se prostituían en su boliche, aprovechándose de su situación de vulnerabilidad social, lo cual las dejaba indefensas ante la condenada.

Todas habían sido encontradas en el local nocturno L’Etoile en 2013, cuando fue allanado luego de meses de investigación a partir de la denuncia de la pasajera del avión y de otra mujer, pocos días antes, quien -según se comprobó- había sido engañada con una oferta de trabajo cuando en realidad el plan era que ejerciera la prostitución.

Juicio abreviado en Tierra del Fuego

En un juicio abreviado, el Tribunal Oral en lo Criminal de Tierra del Fuego condenó finalmente este viernes a Adriana del Valle Zapata, dueña del prostíbulo, a una pena única de 8 años de prisión y a una multa de 55 mil pesos por el delito de explotación económica del ejercicio de la prostitución ajena en perjuicio de ocho mujeres, agravado por aprovechar la situación de vulnerabilidad

Según se puntualizó en el fallo, esa situación se dio desde el 14 de mayo hasta el 21 de septiembre de 2013 en la ciudad fueguina. En el proceso, intervino el fiscal federal de Río Grande, Marcelo Rappaport.

Según detalló el portal oficial Fiscales.gob, el tribunal integrado de forma unipersonal por el juez Mario Gabriel Reynaldi, unificó la pena con la condena que en 2019 le había sido impuesta a Zapata y a otra mujer más, -en un juicio en el que intervino la fiscal general interina María Lía Hermida- al encontrarlas culpables del delito de trata de personas con fines de explotación sexual, que tuvo como víctimas al menos dos jóvenes también vulnerables.

Los delitos fueron tramitados en dos causas distintas a partir de una misma investigación, iniciada tras dos denuncias de trata por parte de víctimas que habían sido captadas en otros puntos del país y trasladas hasta Tierra del Fuego con engaños.

Ofertas de trabajo falsas y una pasajera aterrada

La pesquisa se había iniciado el 14 de mayo de 2013, a raíz de la denuncia de una mujer en sede policial, en la que anotició haber llegado a Río Grande desde Mendoza bajo la promesa de una oferta laboral en el local nocturno L'Etoile.

La denunciante dijo que al llegar se alojó en una casa provista por Zapata, que compartía con otra chica de nacionalidad dominicana. Y que al pasar los días, advirtió que su empleadora no cumplía con lo prometido, motivo por el cual discutieron y por el que decidió retirarse del alojamiento.

Pocos días después, a la causa se sumó aquel insólito episodio del 17 de mayo en el aeropuerto de Río Grande, proveniente de la Ciudad de Buenos Aires. Luego de que todos los pasajeros desalojaron la nave, la tripulación encontró que una chica se negaba a bajar.

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Las sospechas contra la condenada crecieron cuando una pasajera que llegó a Río Grande no quiso bajar del avión: dijo que la habían amenazado con matar a sus hijas si no viajaba.

Luego de asistirla, le relató a personal de la Policía de Seguridad Aeroportuaria que le habían pagado el pasaje de ida con la promesa de un puesto de trabajo en una fábrica electrónica, pero que cuando estaba en la sala de espera del Aeroparque porteño Jorge Newbery recibió el llamado de una amiga que la puso en alerta, y en pánico.

La que habría sido intermediaria entre ella y la dueña del prostíbulo, le advirtió que no subiera al avión porque se había enterado de que en realidad el supuesto empleo iba a ser en un cabaret y no en una industria de electrónicos, como le habían prometido.

La pasajera, una mujer de municipio de Tigre, en la zona Norte del conurbano bonaerense y madre de dos pequeñas, explicó que antes ese inesperado aviso, se comunicó con la persona que le había comprado el pasaje para decirle que no iba a viajar.

La respuesta terminó de aterrar: del otro lado de la línea, le dijeron que si viajaba, matarían a sus hijas. Algo que dio crédito a estos dichos es que, minutos después, la policía logró detectar a la acusada de la amenaza en el aeropuerto.

Allanamiento en el prostíbulo

Luego de una investigación de varios meses, y estableciendo cómo operaba la red de trata, el fiscal Rappaport solicitó la acumulación de ambas causas por tratarse de la misma acusada, y en septiembre de 2013 solicitó el allanamiento en el prostíbulo L'Etoile.

Fue durante ese procedimiento cuando, además de detener a la ahora condenada, se constató la presencia de ocho mujeres en el lugar, que se encontraban en condiciones de vulnerabilidad.

Si bien en la primera causa fueron integradas en la plataforma fáctica de indagatoria y procesamiento de Zapata, no fueron elevadas a juicio al mismo momento que las dos víctimas denunciantes: se resolvió que, de la valoración de la prueba recolectada, no había elementos que permitieran sostener que ellas también eran víctimas de trata.

De este modo, se encuadró su caso en la figura de explotación económica del ejercicio de la prostitución ajena, delito por el cual ahora —finalmente- Zapata también fue condenada.