El empresario argentino cada vez más complicado por la muerte de Liam Payne
Rogelio Nores, acusado de homicidio culposo por la muerte del ex cantante de One Direction, negó ser su manager en su declaración ante la Justicia.
El empresario argentino Rogelio Nores, conocido como “Roger”, fue procesado por homicidio culposo tras la muerte de Liam Payne, exintegrante de One Direction, quien falleció al caer de un balcón en el hotel CasaSur de Palermo el 16 de octubre pasado. El hecho ocurrió durante una crisis de salud mental atribuida al consumo combinado de cocaína, alcohol y sertralina.
La jueza Laura Bruniard determinó que Nores actuó con negligencia al no cumplir con los deberes de cuidado y asistencia hacia Payne, figura contemplada en el artículo 84 del Código Penal. Este delito tiene una pena máxima de cinco años de prisión y es excarcelable. Sin embargo, el fiscal Andrés Madrea había solicitado una imputación más severa: abandono de persona seguido de muerte, que prevé hasta 15 años de cárcel.
En su resolución, la magistrada señaló que Nores asumió el rol de "garante" frente a la familia del cantante, un papel que implicaba velar por su bienestar. A pesar de esto, el empresario argumentó en su defensa que no existía ninguna obligación formal entre él y Payne, describiendo su relación como una simple amistad. "No era médico, abogado, representante ni acompañante terapéutico", afirmó Nores en el escrito presentado ante la jueza.
No se encontró ningún contrato que respalde un vínculo profesional entre Payne y Nores, aunque ciertos elementos del caso sugieren lo contrario. Entre ellos, un correo interno del hotel CasaSur fechado el 11 de octubre, en el que Nores es mencionado como el "manager" del cantante. Este documento, presentado como prueba por Esteban Grassi, jefe de recepción del hotel, indica que Nores solicitó una suite para Payne del 14 al 18 de octubre y visitó previamente otra habitación en el establecimiento.
Grassi, también imputado por homicidio culposo, declaró que Nores nunca informó sobre las adicciones de Payne ni sobre la necesidad de asistencia médica. Afirmó que el empresario garantizó el pago del alojamiento y negó tener responsabilidad alguna sobre los incidentes que rodearon la muerte del cantante. Según Grassi, el empresario intentó atribuir la culpa al hotel tras un escándalo en el lobby con dos mujeres que Payne se habría negado a pagar.
El 16 de octubre, horas antes de la muerte del cantante, Nores estuvo en el hotel y dialogó con Grassi. Según su propia declaración, afirmó que no podía convencer a Payne de cambiar de lugar porque él mismo estaba pagando la habitación. Poco después, Payne cayó fatalmente desde el balcón de su habitación en el tercer piso, impactando contra una base de cemento.
Otro nombre que surge en el expediente es el de Lula Miranda, cantante pop vinculada a Nores. Aunque no está imputada, su computadora fue incautada en un allanamiento. Según se menciona, Nores intentó recuperarla con un gesto inusual: llevando medialunas al juzgado, pero estas fueron rechazadas.
Además de Nores y Grassi, la gerenta del hotel, Gilda Martin, también fue procesada. La jueza Bruniard consideró que los imputados compartieron responsabilidad en los hechos al no tomar medidas adecuadas para garantizar la seguridad y el bienestar del cantante, quien atravesaba un momento crítico.
La tragedia dejó al descubierto las fallas en los sistemas de cuidado y protección en casos de personas con problemas de adicciones y salud mental. La muerte de Liam Payne no solo conmocionó al mundo de la música, sino que también abrió un debate sobre las responsabilidades legales y éticas de quienes están a cargo de figuras públicas en situaciones vulnerables.
Qué dicen los defensores del empresario
Mientras tanto, la defensa de Nores se mantiene firme en que no existía un vínculo formal con Payne que lo obligara a actuar de una manera específica. Por su parte, el fiscal Madrea podría apelar la decisión de la jueza y buscar una imputación más grave. El caso sigue generando controversia, y la opinión pública está dividida entre quienes culpan al entorno del cantante y quienes creen que las circunstancias del trágico episodio recaen únicamente en su decisión personal.
La muerte de Liam Payne marca un final trágico para una figura que alcanzó la fama mundial con One Direction, pero que en sus últimos años batallaba con serios problemas personales. El proceso judicial en curso promete esclarecer los detalles de lo ocurrido y definir las responsabilidades de quienes estuvieron involucrados en sus últimos días.
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