Amigos de Aaron Orellana, un joven asesinado en un enfrentamiento con narcotraficantes, realizaron un "velorio tumbero" en plena calle.
Un hecho polémico y violento ocurrió en la noche del martes en Villa Centenario, Lomas de Zamora, donde un grupo de personas realizó un "velorio tumbero" para despedir a Aaron Orellana, un joven de 22 años asesinado en un enfrentamiento con narcotraficantes en la localidad de Esteban Echeverría.
El homenaje improvisado y violento se desató en la intersección de las calles Homero Manzi y Soldado Rodríguez, en Ingeniero Budge, y se extendió durante varias horas. Durante este tiempo, los amigos y allegados de Orellana llevaron a cabo un ritual que incluyó disparos al aire, el incendio de motos y un desafío directo a la autoridad.
El trágico desenlace comenzó cuando Aaron Orellana, quien aparentemente mantenía una disputa con una banda narco, tuvo una discusión con los miembros de la banda en las cercanías de la Ruta 4, en Esteban Echeverría. Según los informes locales, la discusión escaló rápidamente hasta convertirse en un enfrentamiento violento. En medio de la confrontación, Orellana decidió huir de los agresores. Sin embargo, al intentar escapar, una camioneta lo cruzó en su camino y lo atropelló. El joven murió en el acto debido al fuerte impacto.
Este crimen desató una serie de actos violentos en su recuerdo. Mientras su cuerpo era velado por la familia, sus amigos, en un gesto de desafío y en honor al joven fallecido, realizaron un homenaje en la esquina del barrio donde la violencia se hizo evidente. Armados de motos, comenzaron a disparar al aire, con la actitud desafiante de quienes no temen a las autoridades ni a las consecuencias de sus actos. Los jóvenes aceleraron las motos, generando caos y temor en el vecindario.
El simbolismo de las motos quemadas
Uno de los momentos más llamativos y peligrosos del velorio "tumbero" fue la quema de dos motos. Estas motos habían sido robadas previamente a la misma banda narco que había perseguido a Orellana antes de su trágica muerte. Este acto no solo tuvo un componente de venganza, sino también un mensaje claro hacia la banda que, según los involucrados, habría tenido algo que ver con el crimen. Al prender fuego las motos robadas, los amigos de Orellana enviaron un mensaje intimidatorio, buscando marcar territorio en medio de una comunidad donde la violencia y las bandas narcos son parte de la realidad cotidiana.
Este tipo de "homenaje" a los muertos, conocido como "velorio tumbero", es un ritual en el que se combinan elementos de la cultura narco con la rebeldía hacia las normas sociales. En este caso, se trató de un acto de desobediencia y resistencia a la autoridad, en el que los jóvenes no solo desafiaron a la policía, sino que también se burlaron del orden establecido, realizando un homenaje que involucró la violación de varias normas y el uso de la violencia como forma de expresión.
Reacción de la policía y consecuencias del incidente
Cuando la policía intentó intervenir en el disturbio, dos patrulleros se acercaron al lugar para poner orden, pero los jóvenes reaccionaron con violencia. Según los relatos de los vecinos, los oficiales fueron apedreados por los amigos de Orellana, quienes continuaron con el ritual sin prestar atención a la presencia policial. La situación se volvió cada vez más tensa, y a pesar de la intervención de la policía, el "velorio tumbero" continuó con disparos y actos de intimidación, mientras los vecinos miraban aterrados.
Hasta el momento, no se ha reportado la detención de ninguna persona relacionada con este incidente. La policía sigue investigando para esclarecer las circunstancias del crimen y las causas de los disturbios que se produjeron durante la despedida de Orellana. Se espera que en los próximos días haya avances en las investigaciones, ya que los videos que circularon por las redes sociales se han vuelto una pieza clave para tratar de identificar a los responsables de este acto.
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