Mauro Bergoglio contó la dificultad económica que le impedía viajar al funeral de su tío en el Vaticano.
La odisea del sobrino del papa para ir a darle el útlimo adiós a Francisco
El sobrino del papa Francisco, Mauro Bergoglio, relató en una charla con Luis Novaresio que por cuestiones económicas no iba a poder viajar de Argentina a Roma para estar presente en el funeral. La dueña de una empresa de turismo, se enteró y decidió sorprenderlo.
El joven es hijo de Oscar Bergoglio, uno de los cuatro hermanos del sumo pontífice, que murió el pasado lunes a los 88 años. En el programa, emitido en el canal A24 el martes por la mañana, lamentó no poder ir a despedirse de su tío. Los elevados costos de los pasajes le dificultaban la posibilidad de viajar junto a su familia. “Estoy tratando de viajar. No se puede”, contó.
Sus declaraciones llegaron a oídos de Rita Mattiello y despertaron sus ganas de ayudar. La propietaria de la empresa de turismo Corima Tours, ubicada en el barrio porteño de Palermo, no dudó en tomar cartas en el asunto. En cuanto terminó la entrevista, decidió contactar al conductor del programa a través de un mensaje por Instagram.
"Me partió el alma escuchar que no podía viajar. Lo vi desamparado", manifestó la mujer. Además, consideró que tanto Mauro Bergoglio como su esposa, deberían haber sido los primeros en ser invitados a viajar de manera oficial.
En cuanto a las razones que la motivaron a ofrecer su ayuda, la empresaria reconoció que es una persona muy creyente. En un principio lo vio como un gesto de generosidad hacia el Papa pero luego lo hizo como un acto de fe. "Si uno puede hacer negocios, ¿Cómo no ayudar en ciertos casos?”, expresó.
La travesía para concretar el viaje
En tan solo siete horas se encargaron de sortear todos los obstáculos que había en el camino. Mientras Mattiello se encargaba de conseguir los pasajes de ida y vuelta a Roma, la producción del programa conducido por Novaresio, se contactó con el Registro Nacional de las Personas (RENAPER) para gestionar la tramitación urgente del pasaporte de Mauro y su mujer. No solo eso, sino que también lograron conseguir alojamiento para la pareja en la parroquia argentina en Roma, ya que los hospedajes de la ciudad se encontraban colapsados al recibir fieles de todas partes del mundo.
A las 19 del martes un remis, gentileza de Rita, pasó por el domicilio de los familiares del Papa para trasladarlos hasta el aeropuerto internacional de Ezeiza. El vuelo con destino a Italia partió a las 22:30. Finalmente pudieron asistir a la ceremonia en la Basílica de San Pedro, para dar el ultimo adiós.
El recuerdo de su tío
Mauro lo recuerda como una persona humilde, que siempre tuvo la intención de ayudar al prójimo. Desde su partida hacia el Vaticano, siempre mantuvieron el contacto por correo electrónico y teléfono. A pesar de no poder verse a menudo, siempre hablaban para los cumpleaños y remarcó que nunca dejó de estar presente.
Lo describió como alguien muy divertido ya que siempre tenía una broma para hacer. También destacó el cariño que tenía con su familia. En relación al hecho de que Bergoglio nunca haya vuelto a visitar el país, su sobrino acotó que tuvo sus razones y que esa decisión es aceptable.
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