Rogelio se quedó sin trabajo en mayo y tardó dos meses en recibir la indemnización. La semana pasada inauguró su emprendimiento.
En mayo pasado, Rogelio Hube fue noticia porque el Gobierno cerró la sucursal del Correo Argentino en la localidad de Gualjaina, provincia de Chubut, y él, que era el único empleado, se quedó sin trabajo.
Las imágenes que recorrieron los medios fueron las de los vecinos de Gualjaina que se acercaron a la estafeta postal para acompañar a Rogelio y brindarle su afecto en el último día de trabajo. Entre lágrimas y aplausos de reconocimiento, entregó las llaves y se retiró con su bicicleta.
Pasaron casi seis meses de aquel día. También muchas dificultades, sin empleo ni perspectivas y durante varias semanas, sin siquiera su indemnización, que tardó dos meses en llegarle.
Sin embargo, Rogelio logró salir adelante y el jueves de la semana pasada logró abrir su emprendimiento familiar, “Casa Don Rogelio”, un almacén que ofrece alimentos, bebidas, fiambres y productos de limpieza.
Salir adelante, paso a paso
A la inauguración, que organizó junto con su pareja, Lorena Quiñihual, estuvo invitado todo el pueblo.
“Por Whatsapp avisé que abríamos las puertas de Casa Don Rogelio. Vino mucha gente que estuvo cuando cerró el Correo. Hicimos el corte de cinta y compartimos mates con tortas fritas”, contó el ex empleado postal y flamante almacenero.
De aquel día triste de mayo, recordó: “Mucha gente del pueblo fue a despedirme el último día de trabajo. Como todo cartero, yo era el personaje del pueblo. Fueron 28 años de servicio y me metí en todas las casas, era muy querido y conocido. Fue muy duro el día de la despedida”.
El pago de la indemnización se demoró dos meses. Esta situación generó tiempos difíciles para él y su familia porque tampoco surgían perspetivas de un nuevo empleo.
“Nos quedamos tranquilitos en casa. No tuvimos ninguna oferta laboral. Había salido información diciendo que el intendente me había ofrecido trabajo, cosa que no fue así”, reveló Rogelio.
Finalmente, decidió salir por la suya, iniciando un proyecto familiar que demandó -y demanda- mucho esfuerzo.
“Tengo una familia muy linda. Tengo dos nenas y dos hijos grandes en Trelew. Mi señora trabajó de empleada de comercio, ella tenía una Trafic, la vendió y armó un salón muy lindo en casa, donde daba zumba. Decidimos cerrar todo y fuimos planificando qué hacer”, contó.
El viejo salón se convirtió en almacén. Lo llenaron con heladeras, góndolas y muebles, algunos comprados y otros prestados por vecinos. “Hubo mucha colaboración”, celebró emocionado el ahora comerciante.
La emoción de un pueblo de Chubut
El de la inauguración, dice Rogelio, “fue un día de mucha alegría”. También tuvo un imprevisto que se convirtió en excusa para generar un momento especialmente emotivo.
“Justo se cortó la luz y, como me quedó la balanza del correo, que es de 1924, con los dos platos y las pesitas, un vecino me compró papas y las pesamos”, relató.
“El trabajo dignifica y sustenta a la familia” es el lema de Rogelio, que no deja de agradecer a los vecinos de Gualjainay a los amigos."El sol sale para todos", expresó el chubutense.
Te puede interesar...
Lo más leído
Dejá tu comentario