Entraron a un salón de Santa Cruz y se llevaron hasta las empanadas que tenían listas para llevar al horno

Mientras los clubes y sociedades de fomento de Santa Cruz hacen malabares para afrontar facturas de gas y luz de seis cifras tras los recientes aumentos, el Centro de Residentes de Riojanos de Caleta Olivia tiene una dificultad extra: una sucesión de robos que cada vez son más importantes y costosos.

El jueves de la semana pasada alguien entró al salón en el que hacen peñas y otros eventos y faltó una notebook. Pero apenas tres días después, el robo fue bastante más grave. Los intrusos no le hicieron asco a nada: le apuntaron tanto a costosos equipos de audio y luces, como a las empanadas crudas que estaban listas para llevar al horno.

Según contaron desde la institución a La Opinión Austral, los delincuentes ingresaron forzando una puerta de emergencia y prendieron todas las luces para simular que había un evento. Lo que más les llamó la atención es que actuaron a sus anchas, con total impunidad.

Inicialmente, cuando integrantes del club advirtieron que la puerta del lugar estaba abierta, pensaron que se trataba de un simple hurto, otro más de los que vienen sufriendo. Pero pronto descubrieron que se trató de una de las peores pérdidas para la institución, no sólo porque se llevaron equipos de sonido, luces LED, cables, reflectores, bebidas, y hasta las empanadas crudas que habían quedado de un evento reciente, sino por los daños: a su paso, los ladrones rompieron todo lo que pudieron.

Tres robos en el año

Carlos Carpio, presidente del Centro, detalló que fue el tercer robo en lo que va 2024. El primero ocurrió en los primeros meses del año, cuando los delincuentes se llevaron principalmente bebidas.

El jueves fue la computadora. Y el golpe más reciente ya resultó devastador. "Rompieron varias puertas y causaron destrozos, incluso dejaron cosas listas para volver por ellas más tarde", comentó con indignación el responsable de la asociación civil.

El personal del centro encontró varios objetos agrupados en una esquina del salón, incluyendo un parlante grande, un freezer y hasta un calefactor. Todo estaba preparado para ser llevado en una segunda incursión que, gracias a que llegaron antes, no pudieron concretar.

“Era como si hubieran tenido todo el tiempo del mundo, lo hicieron con total tranquilidad y sin ningún tipo de temor a ser descubiertos”, evaluó Carpio.

Críticas a la policía de Santa Cruz

Obviamente, desde el Centro volvieron a denunciar el robo, pero las expectativas de los socios respecto a una posible solución son pocas.

Carpio fue muy crítico con la respuesta de policía de Santa Cruz. “No vemos patrullajes, no hay presencia policial como antes. Estamos completamente desprotegidos”, afirmó. También contó que ante esta situación de desprotección que sienten en el club, la comisión directiva está evaluando la instalación de cámaras de vigilancia y alarmas para proteger el lugar.

Eso, si logran afrontar los costos en un contexto en el que por el aumento de las tarifas de servicios deben pagar -según explicó- 400 mil pesos de gas y 100 mil pesos de luz cada mes, además de otros servicios básicos.

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El presidente del Centro de Riojanos explicó que los eventos que realizan en el salón son una fuente de ingresos crucial en tiempos difíciles (imagen de archivo).

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"Hacemos un esfuerzo monumental para mantener el centro, pero cuando ocurren estos robos, parece que todo el trabajo se desmorona", comentó.

Por otro lado, el presidente mencionó que los eventos en el salón son una fuente crucial de ingresos para el Centro.

“Después de cada robo no solo tenemos que reponer lo que nos roban (muchos de los equipos robados pertenecen a un sonidista que contratan), sino también gastar dinero en reparaciones, lo cual es imposible de sostener si no tenemos un ingreso regular". Es una cadena de problemas”, se lamentó.

Finalmente, insistió con su pedido a las autoridades locales para que tomen cartas en el asunto. "Necesitamos más patrullajes, más seguridad. No puede ser que los vecinos tengamos que recurrir a soluciones privadas como las cámaras y alarmas para proteger nuestros espacios", consideró Carpio.