Gerardo Werthein asumió con el objetivo de reducir gastos
El nuevo ministro de Relaciones Exteriores inicia su gestión enfocándose en cerrar embajadas y limitar salarios y gastos en el cuerpo diplomático.
Con la reciente salida de Diana Mondino de la Cancillería, Gerardo Werthein ha asumido como nuevo ministro de Relaciones Exteriores, y su gestión se inicia con un claro objetivo: reducir el gasto diplomático. Werthein, hasta ahora embajador en Estados Unidos, tendrá como prioridad establecer medidas de austeridad en el cuerpo diplomático argentino.
Uno de los primeros objetivos del nuevo canciller es el cierre de embajadas y consulados en aquellos países con los que Argentina no mantiene una relación comercial fuerte. La idea es reducir el número de sedes diplomáticas en el exterior, dejando solo las representaciones en naciones de relevancia estratégica. En los lugares donde se disponga el cierre, se establecerán Agencias Nacionales con un menor costo operativo, pero que aún cumplirán funciones básicas de asistencia y tramitación para ciudadanos argentinos en el extranjero.
Además de reducir las embajadas, se plantea una reasignación de la "concurrencia". Esto implica que un país pueda manejar sus relaciones diplomáticas con varias naciones desde una única embajada regional. Como ejemplo de esta política, Suecia no tiene embajada en Uruguay y maneja sus relaciones desde Argentina. Esta estrategia busca optimizar los recursos sin comprometer la efectividad de las relaciones internacionales.
Recortes salariales y limitaciones de gastos
Werthein llega con la misión de aplicar recortes en los gastos de representación y limitar los presupuestos destinados a viajes diplomáticos y viáticos. Según fuentes oficiales, uno de los temas que más tensionan la relación con la Asociación Profesional del Servicio Exterior (APSEN) es la eliminación de "privilegios", tales como los altos salarios de los embajadores, que en algunos casos superan los 15.000 dólares mensuales.
El gobierno propone modificar este esquema, que está inspirado en el régimen de Naciones Unidas, al considerar que los costos actuales no se ajustan a la situación económica argentina. Asimismo, se planea implementar una reducción salarial general en el Servicio Exterior, que incluirá una disminución en los viáticos y otros beneficios que actualmente perciben los diplomáticos.
Esta política de austeridad será oficializada mediante un decreto presidencial, que detallará las nuevas regulaciones para los diplomáticos y definirá el presupuesto de cada misión en el exterior. Werthein considera que estos cambios ayudarán a reducir la carga fiscal de la Cancillería y contribuirán a los objetivos de austeridad del gobierno.
Cambio de estructura en el cuerpo diplomático
Como parte de su plan de reestructuración, Werthein tiene en mente reemplazar a varios de los funcionarios designados por Mondino. Esto incluye tanto a secretarios como a subsecretarios de áreas clave. Entre las posibles salidas se encuentran Marcelo Cima, de Relaciones Económicas Internacionales, y Paola Di Chiaro, a cargo de la dirección Malvinas. También se considera el reemplazo de otros subsecretarios, como Mariano Vergara y Marcia Levaggi, en las áreas de Asuntos Latinoamericanos y Política Exterior, respectivamente.
El único funcionario que mantendría su cargo sería Nahuel Sotelo, secretario de Culto y Civilización, quien tiene vínculos cercanos con el Vaticano y con asesores del actual gobierno. Este cambio en la estructura interna de la Cancillería representa un giro en la política exterior argentina, con una mayor inclinación hacia el liberalismo y en oposición a la Agenda 2030.
A principios de octubre, la Justicia respaldó el reclamo de APSEN y de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) en contra del pago del Impuesto a las Ganancias sobre el adicional que perciben los diplomáticos por sus servicios en el extranjero. Esta decisión judicial intensificó el conflicto, y en agosto los diplomáticos realizaron una medida de fuerza que afectó la actividad consular y el funcionamiento de la sede en Retiro, en Buenos Aires.
Ante esta situación, Werthein llega con el respaldo del presidente Javier Milei, quien manifestó su apoyo a las políticas de recorte y reiteró que "aquellos que no estén dispuestos a aceptar los desafíos del nuevo rumbo deberán dar un paso al costado". La administración de Milei busca implementar una Cancillería más austera y menos burocrática, alineada con los principios de eficiencia y reducción del gasto público.
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