La cuádruple tragedia de Caballito: un insólito hecho que conmocionó al país y terminó en los medios del mundo

El 21 de octubre de 1988, en la esquina de Rivadavia y Morelos, en el barrio de Caballito, Buenos Aires, se desató una secuencia trágica que sorprendió tanto a los porteños como a personas de todo el mundo. Un suceso inverosímil en el que la caída de un perro desde un balcón desató una cadena de fatalidades, con tres personas perdiendo la vida en circunstancias que parecían sacadas de una película.

Aquella mañana de viernes, la rutina diaria transcurría con normalidad en las calles del barrio. El pronóstico del día indicaba buen clima, con una temperatura agradable que rondaba los 25 grados. Sin embargo, alrededor del mediodía, la tranquilidad del barrio se vio interrumpida cuando Cachy, un caniche de 11 años, cayó desde el balcón del piso 13 de un edificio ubicado en la intersección de Rivadavia y Morelos.

El perro pertenecía a la familia Montoya, quienes vivían en el piso superior. Según las primeras investigaciones, la vivienda contaba con un cerramiento en el balcón, lo que aumentaba la incredulidad sobre cómo el animal pudo caer al vacío. Mientras caminaba por la vereda, Marta Fortunata Espina, una mujer de 75 años, se encontraba en el lugar preciso y en el momento exacto para recibir el impacto del animal en su cabeza. El golpe fue tan brutal que la mujer falleció en el acto, según el parte médico, debido a la fractura de las cervicales.

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El suceso causó conmoción entre los vecinos y transeúntes que rápidamente se congregaron en el lugar para ver qué había ocurrido. Los testigos que se encontraban en la zona quedaron atónitos ante la escena. Uno de ellos fue el periodista Enrique Sdrech, quien luego describiría en el diario Clarín los detalles del incidente. Los cuerpos de la mujer y del perro yacían sobre la vereda, inmóviles, mientras el personal médico confirmaba el fallecimiento de Espina por muerte súbita.

Una serie de eventos desafortunados

Sin embargo, la tragedia no terminaría allí. Con el incremento de la multitud que se acercaba para observar el lugar del accidente, varios curiosos comenzaron a ubicarse sobre la calzada de la avenida Rivadavia, sin percatarse del peligro que eso conllevaba. Minutos más tarde, un colectivo de la línea 55, en dirección oeste, se acercaba a la intersección. En su recorrido, el vehículo atropelló a Edith Sola, de 46 años, quien también había salido a la calle a presenciar el insólito suceso. Sola fue arrastrada varios metros por el colectivo, sufriendo heridas mortales que le provocaron la muerte en el lugar.

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El ambiente, que ya estaba cargado de tensión, se tornó aún más sombrío cuando un tercer incidente ocurrió de manera casi simultánea. Un hombre, cuya identidad no fue revelada, sufrió un ataque cardíaco tras haber presenciado los hechos. Según relataron testigos, el hombre buscó ayuda en una concesionaria cercana, ubicada sobre la vereda sur de la avenida. A pesar de los intentos de los empleados de asistirlo y de la llegada de una ambulancia, falleció antes de poder ser trasladado a un hospital.

En cuestión de minutos, el barrio de Caballito se había convertido en el escenario de una tragedia sin precedentes que involucraba la muerte de tres personas y un perro, todo en una sucesión de hechos difíciles de comprender. La noticia rápidamente trascendió los límites del barrio, y medios de comunicación tanto locales como internacionales se hicieron eco del trágico evento, destacando la secuencia de infortunios que había ocurrido en tan corto lapso de tiempo.

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La tragedia llegó a los medios del mundo.

La tragedia llegó a la pantalla grande

A lo largo de los años, el hecho ha sido recordado como uno de los sucesos más insólitos y trágicos de la crónica policial argentina. Incluso llegó a ser adaptado en el cine en 2011, cuando el director Gustavo Taretto incluyó una versión ficcionada de la historia en su película Medianeras. Con menor componente ficticio, la historia también fue narrada por el canal de televisión History Channel. En un episodio especial, una serie de especialistas narró cronológicamente el hecho.

El aniversario de este hecho continúa siendo motivo de recordación en las redes sociales y es utilizado en estudios sobre responsabilidad civil y seguros, como un ejemplo extremo de cómo una situación aparentemente trivial puede desencadenar un evento de grandes consecuencias. A 36 años de aquella fatídica tarde, la cuádruple tragedia de Caballito sigue grabada en la memoria de quienes la vivieron y en la historia de Buenos Aires como uno de los episodios más extraños y lamentables de su crónica urbana.