La Justicia de Estados Unidos le embargó 210 millones de dólares a Argentina
El embargo ocurrió en el marco del juicio por la deuda soberana que, tras la crisis económica del 2001, ingresó en default. La jueza Loretta Preska confirmó la decisión.
Duro golpe para la economía argentina en la mañana de este viernes: la Justicia de Estados Unidosconfirmó un embargo por 210 millones de dólares contra la Argentina. La decisión fue confirmada por la jueza Loretta Preska, y generó una fuerte sorpresa en el país.
El embargo se aplicará sobre activos identificados como parte del colateral de los Bonos Brady, garantizando que dichos fondos sean transferidos al fondo Attestor Master. Esta operación judicial se produce a pocos días de la ejecución de una garantía por 325 millones de dólares en el caso conocido como Cupón PBI Londres, lo que evidencia la complejidad del litigio.
Este embargo tiene relación con el juicio por la deuda soberana que, tras la crisis económica del 2001 en Argentina, ingresó en default. Además, la jueza tomó la determinación de congelar otros 100 millones de dólares "hasta que otros dos grupos de acreedores culminen con la disputa".
Recientemente, la decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos, tomada en enero, marcó un hito en el enfrentamiento judicial entre el Estado argentino y los holdouts que exigen el pago de deudas impagas. Este fallo autoriza el embargo de activos estatales, intensificando la lucha legal iniciada tras el colapso económico de hace más de dos décadas.
La historia del conflicto con Estados Unidos
El consultor Sebastián Maril, experto en litigios internacionales de Latam Advisors, adelantó en su cuenta de X detalles sobre la medida, subrayando que el fallo favorece a los acreedores que no lograron cobrar desde el default de 2001. Según sus declaraciones, se reconoce el derecho de embargar activos argentinos como garantía de deudas impagas, consolidando el argumento de quienes han esperado durante años una reparación judicial.
En esta controversia, antiguos acreedores denominados holdouts han logrado sentencias favorables, siendo que uno de los grupos, identificado como Attestor Master, reclama aproximadamente 460 millones de dólares, mientras que Bainbridge Fund demanda 100 millones. Estos montos se derivan del hallazgo de activos pertenecientes a la porción del colateral de los Bonos Brady, lo que ha permitido avances en la ejecución de garantías previamente impugnadas.
Tras un proceso de apelación en el que Argentina intentó revertir el embargo de activos identificados en el colateral de los Bonos Brady, el país perdió la instancia y el litigio llegó a la Corte Suprema. La decisión de enero consolidó la postura judicial, dejando en manos de Preska la determinación final sobre la medida, lo que refuerza la posición de los acreedores que insisten en el cumplimiento de sus reclamos.
Adicionalmente, Bainbridge Fund, que inicialmente no participó en el embargo, intentó sumarse al proceso para reclamar una mayor participación del colateral. Sin embargo, la jueza decidió limitar el congelamiento a 100 millones de dólares, lo que obligará a este fondo y a Attestor Master a disputar en la misma corte la posesión de dichos activos, generando una nueva etapa de controversia en el marco del conflicto.
Estos reclamos provienen de tenedores de bonos que quedaron en default hace 23 años, situación que ha generado múltiples batallas judiciales. La reciente resolución se suma a victorias anteriores en las que el país fue obligado a entregar garantías para el pago de los Bonos Brady, un procedimiento que ha marcado la relación entre Argentina y sus acreedores externos en un largo y complejo litigio.
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