El ambiente hostil que generó el gobierno de Estados Unidos disparó un escenario "incierto" en relación a las inversiones en el país, por ejemplo, para Vaca Muerta.
A pesar del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), Argentina va a tener problemas para retornar a los mercados voluntarios de deuda para refinanciar vencimientos de bonos en dólares.
Así lo asegura una de las calificadoras de riesgo más importantes a nivel internacional, la agencia Moody’s. En un reporte reciente, conocido luego de que el FMI anunciara que tiene un acuerdo con el gobierno de Javier Milei, señala que el llevar adelante el ajuste será más complicado con el nuevo entorno de guerra comercial.
“Las perspectivas crediticias de Argentina siguen siendo positivas, aunque navegar el actual entorno global en el contexto del ajuste macroeconómico planeado será más desafiante para las autoridades”, advierte el informe.
Moody´s afirma que “el acuerdo de 20 mil millones de dólares con el FMI es un ancla importante que ayudará a Argentina a prepararse para la siguiente fase de su ajuste, que implica la eliminación del cepo y los controles de capital”.
“Ayudará a estabilizar los niveles de reservas internacionales, que han disminuido en los últimos meses, lo que indica un tipo de cambio real que no ha encontrado un equilibrio sostenible”, añade el comunicado.
Sin embargo, advierte que “el panorama a largo plazo se ha ensombrecido, dado que los flujos de inversión real previstos en el sector extractivo argentino, claves para estabilizar las finanzas externas tras la eliminación de los controles de capital y de divisas, son ahora más inciertos debido a la caída de los precios de los hidrocarburos como resultado de la guerra arancelaria”.
A pesar de que el gobierno de Donald Trump anunció este miércoles que iba a posponer por 90 días la suba de aranceles a la espera de negociar país por país para lograr un nuevo relacionamiento económico, el ambiente de incertidumbre global persiste.
Cuál es el mayor temor en los mercados
Aunque el foco del ataque de Donald Trump es China, precisamente este país es el principal acreedor internacional de Estados Unidos. Se trata de un circuito cimentado en las últimas décadas que ha permitido a los norteamericanos vivir por encima de sus posibilidades.
El gobierno norteamericano tiene un fuerte déficit fiscal producto de las importaciones, que se financia con la colocación de Bonos del Tesoro de Estados Unidos, cuyos principales compradores han sido los chinos.
Dicho en otras palabras: en las últimas décadas los chinos y otros países de Asia le han vendido insumos baratos a Estados Unidos y le han prestado el dinero para comprarlos.
El mayor miedo que tiene los operadores internacionales, que puede ser una carta a jugar por Beijing es que China salga al mercado a vender los bonos que tiene en cartera, porque podría generar una crisis financiera global. Bajaría el valor de mercado de los títulos. Si el inversor compra “barato” entonces el rendimiento que surge del diferencial de precio más el interés que paga el bono haría que las tasas de interés internacionales se multipliquen. En ese caso, Argentina tendría serios problemas para refinanciar su deuda.
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