Medicamentos de venta libre: los farmacéuticos apuntaron contra el Gobierno
Fuertes críticas a los cambios implementados como parte de la desregulación impulsada por el oficialismo. Qué dijeron.
El gobierno de Javier Milei introdujo en las últimas horas una medida que generó polémica en el sector farmacéutico: permitió que los medicamentos de venta libre sean exhibidos en góndolas dentro de las farmacias y, además, habilita su comercialización en supermercados y kioscos, específicamente en el caso de antiácidos y analgésicos.
Desde el Gobierno, deslizaron que esta disposición forma parte de una política más amplia de desregulación impulsada por La Libertad Avanza.
La medida, publicada en el Boletín Oficial el 20 de noviembre, estipula que los medicamentos deben estar ubicados en un espacio que garantice la conservación de sus propiedades fisicoquímicas. Con esta decisión, se busca facilitar el acceso del público a estos productos, eliminando la necesidad de intermediación profesional en la compra de medicamentos de venta libre. Tres días después, durante un acto en Rosario, la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner criticó la normativa y desafió al gobierno a desregular también las importaciones de medicamentos como estrategia para reducir costos sanitarios.
Federico Sturzenegger, ministro de Desregulación y Transformación del Estado, defendió la medida destacando tres puntos principales. En primer lugar, argumentó que la decisión responde a criterios de comodidad para los consumidores, quienes podrán adquirir estos medicamentos junto con sus compras habituales en almacenes o supermercados. En segundo lugar, subrayó que la medida es especialmente beneficiosa para las personas que viven en zonas alejadas de farmacias. "Si un niño tiene fiebre, no debería ser necesario recorrer decenas de kilómetros para conseguir un ibuprofeno", señaló. Por último, Sturzenegger indicó que la desregulación fomentará la competencia y, con ello, la reducción de precios. Como ejemplo, mencionó que en medicamentos como el omeprazol, las diferencias de precios actuales pueden llegar a ser hasta ocho veces mayores dependiendo del punto de venta.
Fuertes críticas a la medida del Gobierno sobre los medicamentos
Sin embargo, las críticas no tardaron en llegar. Ricardo Pesenti, presidente de la Confederación Farmacéutica Argentina, rechazó la normativa y advirtió sobre su impacto en los costos de los medicamentos. Según Pesenti, la experiencia muestra que, cuando los medicamentos se venden fuera de las farmacias, los precios tienden a subir, ya que las farmacias no son quienes establecen los valores, sino los laboratorios. "Los medicamentos que salen del ámbito farmacéutico suelen encarecerse", afirmó en diálogo con C5N.
Rubén Sajem, director del Centro de Profesionales Farmacéuticos, se sumó a las críticas, alertando sobre los riesgos para la salud pública. "La intención parece ser que las personas compren los medicamentos basándose en la publicidad, sin ningún tipo de asesoramiento profesional", denunció. Además, destacó que el consumo indiscriminado de ciertos medicamentos, como analgésicos, puede tener consecuencias graves, algo que podría agravarse con la falta de intervención de un farmacéutico.
Sajem también advirtió sobre las irregularidades en la venta de medicamentos en puntos no autorizados. "Un relevamiento reciente en la ciudad de Buenos Aires encontró que en kioscos, supermercados y estaciones de servicio ya se comercializan medicamentos de todo tipo, incluso aquellos que requieren receta", explicó. Además, cuestionó la capacidad del Ministerio de Salud para fiscalizar la venta en estos nuevos puntos de distribución, destacando que actualmente solo se supervisa a las farmacias.
Otro aspecto señalado por Pesenti es que la normativa parece desconocer la realidad del sistema farmacéutico fuera de las grandes ciudades. "En la mayoría de las farmacias del país no hay góndolas, sino mostradores. Además, las provincias tienen sus propias legislaciones sobre salud, lo que limita la aplicación de esta normativa en lugares como Buenos Aires, Córdoba o Santa Fe", afirmó.
El antecedente de Cavallo
La medida ha sido comparada con una desregulación similar implementada en 1991 durante la gestión de Domingo Cavallo como ministro de Economía. Según Sajem, aquella política tuvo efectos desastrosos, encareciendo los medicamentos y fomentando su venta en lugares no autorizados. Esto llevó a la sanción de la Ley 26.567 en 2009, que estableció que los medicamentos, incluso los de venta libre, solo pueden ser dispensados en farmacias y bajo la supervisión de un profesional.
Sajem subrayó que el decreto actual omite mencionar esta ley, vigente hasta ahora, y advirtió que replicar el modelo de los años 90 podría generar nuevamente consecuencias negativas. "En aquel entonces, los medicamentos eran más caros en supermercados que en farmacias. Además, con el tiempo dejaron de interesarles porque no era rentable. Hoy estamos frente al mismo riesgo, pero agravado por la falta de controles efectivos", concluyó.
Las voces críticas coinciden en que la desregulación de la venta de medicamentos no solo representa un desafío económico, sino que también pone en juego la seguridad y salud de la población.
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