Muerte de un ladrón en Comodoro Rivadavia: el fiscal cree que vecinos pudieron "ajusticiarlo" a sangre fría
Crecen las dudas alrededor del caso. La Justicia de Chubut comprobó que el arma entregada por la persona que confesó no fue la que mató al delincuente.
Dos nuevas hipótesis se sumaron para generar más dudas en la investigación del caso de “justicia por mano propia” ocurrido en Comodoro Rivadavia en el que, presuntamente, cinco vecinos atraparon a un ladrón que intentaba robar una casa en esa ciudad de la provincia de Chubut, y uno de ellos le disparó provocándole heridas que luego le causaron la muerte.
De acuerdo con los dichos del fiscal Martin Cárcamo, a cargo de la investigación, es posible que el hombre que luego confesó el crimen -ocurrido este domingo en el barrio Radio Estación de Comodoro Rivadavia- esté encubriendo al verdadero autor.
Además, y lo que sería más grave, las primeras evidencias hacen sospechar que la muerte del delincuente no se produjo durante una refriega con los vecinos que intentaron evitar el robo, sino que existe la posibilidad de que lo hayan hecho huir, lo persiguieron y luego de darle alcance le dispararon.
El ladrón que terminó siendo víctima de un homicidio fue identificado como Sebastián Barría y tenía antecedentes penales. Según se estableció, un grupo de cinco vecinos lo atrapó infraganti cuando intentaba robar una casa junto con dos cómplices, aprovechando que los dueños no estaban.
Otro de los ladrones también fue reducido por los vecinos y detenido, además de sufrir la fractura de un antebrazo. El tercero, que los esperaba en un automóvil, logró huir.
Comodoro Rivadavia: las dudas acerca del autor
Tras la audiencia de control de detención realizada el martes, Fabián Molina, el vecino que confesó inicialmente haber sido el autor de los disparos contra Barría, fue dejado en libertad ya que las primeras pericias mostraron que los restos de plomo hallados en el cuerpo del fallecido no coincidían con el arma entregada junto con la confesión.
“O no entregó el arma con la que en realidad ultimó a Barría, porque es de distinto calibre a la utilizada para darle muerte, o se abre la posibilidad de que Molina no haya sido quien en definitiva le quitó la vida a Barría”, dijo Cárcamo, en diálogo con el programa radial Actualidad 2.0.
“Esta situación de la ‘justicia por mano propia’, que en realidad es la venganza privada, tiene que ver con un supuesto en el que se está encubriendo, en todo caso, al verdadero autor”, agregó el fiscal.
En el mismo sentido, opinó que en base a lo que se sabe podría suponerse “que las circunstancias en las que se produjo la muerte pudieron haber sido diametralmente opuestas a las que, en definitiva, se informaron al personal policial en un primer momento”.
“Lo que pudo haber ocurrido -expresó Cárcamo- es que se haya iniciado una persecución y, una vez que fueron alcanzados (los ladrones), a Barría le habrían efectuado los disparos de armas de fuego en un lugar distinto al que refieren algunos vecinos del lugar”.
“Más precisamente, me refiero a que todos los disparos pudieron haberse efectuado en un segundo momento, cuando fueron alcanzados y capturados”, completó.
La legítima defensa, descartada
Si esa hipótesis del fiscal resultara confirmada, a la figura del homicidio agravado por uso de arma de fuego, que tiene una pena de entre 10 y 25 años de prisión, podría sumarse la de alevosía, que llevaría el caso a una eventual condena a prisión perpetua.
Acerca de la situación de Molina, dijo que la escopeta que entregó en la comisaría contaba con permiso de tenencia. Pero aclaró que está probado que esa no fue el arma con la que mataron a Barría. Por otro lado, el fiscal remarcó que la tenencia no da derecho ni a la portación ni al uso del arma.
Tampoco, en este caso, podría aplicarse el principio de legítima defensa, ya que el presunto autor del homicidio actuó para proteger la vivienda de otro vecino que, además, no estaba en el lugar.
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