¿Ovnis en Santa Cruz? Las luces que danzan sobre el lago Buenos Aires

Un zafrero de Santa Cruz, dedicado a la cosecha anual de la cereza en la localidad de Los Antiguos, aseguró haber sido testigo de un fenómeno lumínico inexplicable en la zona del lago Buenos Aires, que atribuyó a la posible presencia de ovnis en el cielo patagónico.

El hombre, que se identificó con el nombre de Carlos, contó que durante más de 15 noches consecutivas, mientras contemplaba el horizonte sobre el lago, pudo observar un fenómeno de luces intensas emergiendo del agua y moviéndose con un patrón que describió como “hipnótico y fuera de lo común”.

“Están acá y se esconden en el agua”, declaró al medio local La Opinión Austral. Según contó, también observó esferas luminosas que flotaban brevemente a la distancia antes de desaparecer nuevamente en el agua.

Santa Cruz y los misterios del lago Buenos Aires

No es la primera vez que alguien denuncia un fenómeno paranormal en torno al lago Buenos Aires. Se trata de una zona rodeada de enigmas y misterio, en la que muchos habitantes locales han contado que vieron ovnis y se tejen teorías relacionadas con bases submarinas y leyendas ancestrales.

La meseta del lago Buenos Aires es una vasta formación de origen volcánico, originada hace miles de años.

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Lago Buenos Aires, en Santa Cruz, uno de los más grandes de Sudamérica.

Aunque sus volcanes llevan milenios inactivos, su presencia sigue marcando la narrativa de la región, que también encuentra alimento en la arqueología de la zona, fundamentalmente en los petroglifos -grabados realizados por seres humanos primitivos- hallados en algunas cuevas.

El zafrero llegó a Los Antiguos desde el conurbano bonaerense, como trabajador temporal para desempeñarse en la cosecha anual de la Capital Nacional de la Cereza.

Por las noches, su lugar favorito para observar el lago es un pequeño muelle de madera al que accede desde la Costanera, cerca de la intersección con la avenida Tehuelches y a pocos metros del Monumento al Salmón. A unos 20 metros de allí hay un mirador que ofrece una vista panorámica del lago.

"Imposible que fuesen barcos"

El lago Buenos Aires tiene una profundidad máxima de 590 metros y es el segundo en extensión de Sudamérica después del Titicaca. Se trata de un espejo de agua correntoso, donde navegar no es sencillo y, por las noches, prácticamente imposible.

“Pescar después del atardecer acá es algo que nadie hace”, explicó Carlos, descartando de este modo la posibilidad de que se hubiera confundido con las luces de alguna embarcación.

Además, manifestó que no existen embarcaciones o vehículos que puedan justificar lo que presenció. La distancia, el comportamiento errático de las luces y la falta de tráfico náutico en esas horas son los elementos en los que se basó para suponer que lo que vio podrían ser ovnis.

”Ahora tengo ganas de contarlo -dijo- porque estas cosas están ahí. No sé qué son, pero las vi con mis propios ojos.”

Acerca de los avistamientos que se repitieron durante más de dos semanas, expresó: “Primero pensé que era algún reflejo, pero esas luces no eran normales. A veces eran dos, otras tres. Se movían de formas imposibles o simplemente aparecían y desaparecían en segundos.”

“Cuando lo contás, nadie te cree, pero yo sé lo que vi. Después de tantos días, no hay manera de que fuera una confusión”, insistió.