La apreciación del peso argentino y la política económica de Javier Milei subió los precios de productos cotidianos, lo que sorprende tanto a locales como a turistas.
En los últimos meses, nuestro país vio cómo su economía y su moneda experimentan cambios notables, sobre todo en lo que respecta a los precios en dólares. Muchos productos de consumo diario subieron considerablemente, lo que ha llevado a que el costo de vida para quienes llegan con divisas extranjeras se haya elevado muchísimo.
Algunos de los productos más comunes y accesibles tuvieron un alza importante en su precio, una tendencia que afecta tanto a turistas como a residentes extranjeros. En Buenos Aires, por ejemplo, un café en una cadena internacional en el barrio de Palermo alcanza los $3.300 pesos, lo que equivale a US$3,2 al tipo de cambio oficial. Este precio es apenas un poco inferior al que se pagaría por el mismo café en una cafetería en Miami, lo que deja en evidencia la disparidad entre la moneda local y el valor de productos básicos en dólares.
En otros rubros, como alimentos y artículos importados, los aumentos se hacen sentir aún más. Un pan en rebanadas cuesta alrededor de US$4, mientras que una manteca alcanza los US$3. Productos importados, como un termo Stanley, tienen un precio que multiplica por cinco el valor de ese mismo artículo en los Estados Unidos, alcanzando los US$140 en Argentina.
Este fenómeno no es aislado. Según el índice de precios Big Mac, publicado por la revista The Economist, Argentina ha visto un incremento en el precio de la famosa hamburguesa, alcanzando los US$7,37, lo que la coloca en el segundo puesto de los países más caros del mundo en términos de la famosa cadena de comida rápida, solo por detrás de Suiza.
El impacto del "súper peso" en la economía
Uno de los factores que explican el encarecimiento de Argentina en términos de dólares es el fortalecimiento de su moneda. A finales de 2023, el presidente Javier Milei implementó un programa económico que se basó en reducir la inflación a través de un control de los tipos de cambio. Esta medida, junto con ajustes en la política fiscal y monetaria, ha generado una apreciación del peso argentino frente al dólar, aunque con algunos efectos negativos en otros aspectos de la economía.
El proceso de "ancla inflacionaria" que Milei utilizó consistió en aumentar el tipo de cambio oficial un 2% mensual, muy por debajo de la inflación. Esto permitió que la moneda local se apreciara un 40% entre diciembre de 2023 y octubre de 2024. Sin embargo, el impacto real en el poder adquisitivo de los argentinos no ha sido tan positivo. Mientras que los salarios se mantienen estancados, el costo de vida en dólares ha aumentado, lo que hace que los precios de los bienes y servicios estén más altos que en otras economías de la región.
De acuerdo con los economistas, este fenómeno de inflación en dólares se ha vuelto un problema para los residentes que perciben salarios locales. Lo que hace un año costaba US$100, ahora cuesta US$170, lo que genera un aumento en el costo de vida para aquellos que no cuentan con ingresos en dólares.
Desafíos para la industria y el turismo
El encarecimiento de Argentina también afecta a otros sectores, como la industria y el turismo. Para la industria local, el aumento en los costos de producción ha dificultado la competitividad tanto en el mercado local como en el internacional. Los empresarios enfrentan mayores costos para producir y exportar productos, lo que podría generar una disminución en la producción y una posible reducción de empleos.
En cuanto al turismo, la apreciación del peso ha tenido un efecto negativo. La cantidad de turistas internacionales que visitan Argentina ha disminuido considerablemente. Según datos oficiales, la llegada de turistas internacionales cayó un 19,2% en noviembre, lo que refleja un panorama poco alentador para la economía del sector. Este fenómeno ha sido más notorio entre los turistas brasileños, quienes tradicionalmente se benefician de un tipo de cambio favorable en Argentina, pero que en este momento encuentran más conveniente viajar a otros destinos.
La caída del turismo se suma a la situación de los argentinos que aprovechan el tipo de cambio más estable para viajar al exterior, lo que también contribuye a la fuga de divisas. Esto ha generado una tensión en el mercado cambiario y ha obligado al gobierno a implementar controles de capital para evitar la salida masiva de dólares.
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