Por qué la jubilación mínima de bolsillo en febrero debería ser casi 20% más alta
Se debe a que tienen un componente fijo: el bono de $70.000 que el gobierno mantiene congelado desde marzo de 2023. ¿Cómo impacta ello en el haber mensual?
El gobierno confirmó este viernes que otorgará un bono de $70.000 con las jubilación mínima correspondiente a enero de 2025, que se cobra en febrero. Como ese supuesto beneficio se mantiene congelado desde marzo de 2023, el resultado es que el haber total final no tiene en cuenta una inflación del orden del 118% que es la acumulada en diciembre.
Esto es porque a partir de la última modificación establecida por el gobierno las jubilaciones se ajusta por el índice de inflación mensual.
En el caso de los beneficios que se cobran en febrero, son los que corresponden a enero que se ajustaron por la inflación de diciembre. Ese ajuste fue del 2,7%, que en el acumulado anual es 118%.
En realidad, si el gobierno hubiera incrementado el bono de acuerdo al Indice de Precios al consumidor del año la cifra a percibir debería de ser por un jubilado de la mínima tendría que ser de unos $148.260.
Qué pasa con la jubilación mínima
El incremento de 2,7% correspondiente a la inflación de diciembre de 2024 impacta en los haberes de febrero, lo que fija la jubilación mínima en $273.086,50. Además, como continúa el pago del bono extraordinario de $70.000, otorgado desde marzo del año pasado, el monto de bolsillo se eleva a $343.086,50.
Si el gobierno hubiera aumentado el beneficio de bolsillo de manera total, es decir incluyendo el bono ajustado por IPC, entoces la persona debería cobrar en febrero $421.346. Pero como en rigor va a percibir $343.086,50, el beneficiario sufrirá un recorte real de 18% en un año.
Con ese mecanismo, el gobierno logró equilibrar las cuentas del Estado el año pasado y así terminar con superavit fiscal, ya que el gasto previsional es lo que mas impacta en las finanzas públicas. Se estima que el ajuste fue de algo mas del 24% en términos reales durante 2024.
No obstante, en el caso del componente variable de los haberes, desde que se puso en marcha la nueva fórmula los beneficios que están por encima de la mínima (algo menos de la mitad de las jubilaciones) pudieron recuperar poder de compra.
El nuevo esquema de movilidad jubilatoria ha permitido que las jubilaciones mínimas experimenten un aumento interanual significativo en términos reales, ubicándose un 27,6% por encima de los valores de febrero de 2024, sin contar el bono. En aquel momento, los haberes no fueron actualizados durante los primeros dos meses del año, a pesar de que la inflación acumuló un 71% entre diciembre de 2023 y febrero de 2024.
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