Quién es Manuel García-Mansilla, el juez de la Corte Suprema de Justicia que nombró Javier Milei
Cuestionado por su perfil conservador y su postura antiaborto, se proclama ferviente defensor de la independencia de los poderes de la Constitución.
El abogado Manuel García-Mansilla, que fue designado por decreto del presidente Javier Milei como juez de la Corte Suprema, es cuestionado por su perfil conservador y su postura antiaborto.
Cuando fue consultado el año pasado en el Senado respecto de la ley 27.610 de Interrupción Involuntaria del Embarazo (IVE), sostuvo que la normativa "vigente se tienen que cumplir" pero dejó dudas al entender que esa norma no es compatible con tratados internacionales como la "Convención sobre los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes de la ONU y la Convención Interamericana de Derechos Humanos".
García-Mansilla es el actual decano de la Universidad Austral, de la que también provino el vicepresidente del máximo tribunal, Carlos Rosenkrantz.
De hecho, cuando García-Mansilla recibió el doctorado en esa casa de altos estudios, Rosenkrantz fue uno de los jurados que lo evaluó.
En su currículum también resalta su especialidad en "Derecho Constitucional, Oil & Gas y Derecho Empresario", y se acumulan posgrados, masters y trabajos sobre la Constitución, la exploración y producción de hidrocarburos y "Litigio estratégico ante el Sistema Interamericano de Derechos Humanos".
Asimismo, fue asesor y participó "en licitación de áreas provinciales de hidrocarburos" y "de empresas locales e internacionales en cuestiones relacionadas con el derecho público, derecho de la energía y el derecho comercial".
Su vínculo es tan próximo al rubro que expuso, en una audiencia pública en 2016, en favor del "tarifazo" durante la gestión de Mauricio Macri.
En 2015, García-Mansilla avaló desde el punto de vista constitucional la designación por decreto de los jueces Horacio Rosatti, presidente actual de la Corte, y Rosenkrantz como ministros del Tribunal Supremo.
Fue crítico del proceso de juicio político contra los jueces de la Corte Suprema que intentó el kirchnerismo en la Cámara de Diputados el año pasado.
García-Mansilla se proclama ferviente defensor de la independencia de los poderes de la Constitución; su tesis doctoral fue sobre la independencia de los jueces y la condición del magistrado de último intérprete de la letra de la ley.
"No hubiera aceptado ser nombrado por decreto"
El designado juez de la Corte Suprema, Manuel García-Mansilla, había sostenido el año pasado que "no hubiera aceptado" ser designado en comisión en el máximo tribunal, a pesar de reconocer que es un mecanismo constitucionalmente válido.
Fue el 28 de agosto de 2024, cuando el abogado expuso ante la Comisión de Acuerdos del Senado.
La senadora de Unión por la Patria (Uxp), Anabel Fernández Sagasti, lo interrogó sobre la decisión de Mauricio Macri en 2015, cuando el entonces mandatario intentó designar por decreto a Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz, antes de que obtuvieran el acuerdo del Senado.
"Visto el impacto que tuvo el decreto 83 en la opinión pública, yo no hubiera aceptado una nominación en comisión", respondió García-Mansilla en esa oportunidad.
Desde su entorno, tras conocerse su designación, explicaron que la respuesta "fue ante una pregunta hipotética" y que "los contextos son importantes".
Durante esa audiencia, García-Mansilla advirtió que ciertas atribuciones constitucionales pueden afectar a las instituciones según "el contexto en que se ejerzan".
Puso como ejemplo la ampliación de la Corte Suprema y sostuvo que, aunque es una "facultad estrictamente constitucional", su aplicación puede generar "descrédito en el Poder Judicial".
Cuando Fernández Sagasti le preguntó si una designación en comisión podría afectar la independencia de un juez, García- Mansilla reconoció que "es posible" que un magistrado nombrado de esa manera tenga "falta de independencia" si debe fallar en causas que involucren al Poder Ejecutivo.
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