Ocurrió en la localidad bonaerense de Florencio Varela. La autopsia determinó que el policía permanezca detenido.
Este fin de semana, la localidad bonaerense de Florencio Varela fue testigo de un nuevo caso de inseguridad, pero, a diferencia de los habituales, esta vez el ladrón se dio con que su víctima era un Policía de la Ciudad de Buenos Aires, quien se defendió y terminó matando al delincuente. El oficial mayor de la Policía fue detenido.
El hecho ocurrió cerca de las 5.30 de la madrugada de este sábado, en el cruce de la calle 560 y La Paloma. Tras un llamado al 911, efectivos de la Bonaerense llegaron al lugar donde, primero, observaron un VW Gol gris y, junto a él, a un hombre que empuñaba una pistola en su mano derecha, mientras hablaba por teléfono. Tenía, además, una herida sangrante en el lado izquierdo de su cabeza, a la altura de la frente.
Al notar a los agentes, el herido gritó: “Soy policía”. Al mismo tiempo se identificó como E.A.S., de 40 años, y explicó que pertenecía a la fuerza de seguridad porteña, donde presta servicio en la Alcaldía 10.
Aseguró, luego, que circulaba con una mujer en el auto cuando se rompió el caño de escape. En ese momento, su acompañante, de quien no recordaba el nombre ni conocía la dirección de su casa. De acuerdo a su relato, siguió hasta detenerse en La Paloma. En ese sitio,bajó para intentar arreglar el vehículo.
En ese momento, dos personas que se acercaron con la supuesta intención de ayudarlo, empezaron a golpearlo para, según dijo, robarle. E.A.S. se resistió y efectuó varios disparos con un arma que no es la reglamentaria. No pudo decir cuántas veces apretó el gatillo de la Taurus modelo PT 111, debido a que “la sangre no lo dejaba ver”.
Braian Jacamo, de 26 años, cayó muerto en la esquina, mientras que su cómplice huyó del lugar. Según la versión que brindó el oficial mayor, se llevó su celular. Al revisarlo, los peritos encontraron entre sus ropas un cuchillo y una cuchilla con una hoja de 26 cm.
Al principio, el fiscal Hernán Bustos Rivas, de la UFI N°5 del distrito, no tomó temperamento con el imputado. Sin embargo, esa determinación cambió con los resultados de la autopsia. Pidió su detención por homicidio agravado por ser efectivo de una fuerza de seguridad y por el uso de arma de fuego.
La autopsia del ladrón
El cadáver de Jacomo presentaba un orificio de arma de fuego en la espalda y otro detrás de la oreja, por lo que los investigadores sospechan que el efectivo de la Policía de la Ciudad, que estaba de civil, le habría disparado cuando el presunto ladrón escapaba.
No obstante, su defensa, a cargo del abogado Hernán Vega, sostiene que los impactos de bala dieron en esos sitios debido a una torción que habría realizado el delincuente en el momento en el E.A.S. sacó el arma. Según su versión, el oficial porteño luchaba al mismo tiempo con el segundo asaltante “colgado de su espalda”.
Mientras permanece detenido, avanza la investigación para saber si el Oficial de la Policía actuó en legítima defensa.
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