Un Torino en la Antártida Argentina: a 13 años de una gesta histórica del TC

Un Torino de Turismo Carretera en la provincia de Tierra del Fuego, pero no en cualquier lugar: en la Antártida Argentina; en la Base Vicecomodoro Marambio. Ocurrió por primera vez hace 13 años. El 21 de septiembre de 2011, con el comienzo de la primavera, el legendario auto argentino anduvo por el hielo del Polo Sur.

“El vehículo, que estaba pintado íntegramente con los colores nacionales, fue trasladado en un avión Hércules C–130 de la Fuerza Aérea Argentina. Una vez en el sector antártico argentino, el auto pudo realizar unos giros a pleno sol”, contaba el medio local El Diario del Fin del Mundo.

“Con 20 grados bajo cero, sobre la histórica pista de aterrizaje de tierra congelada de la Base Marambio -agregaba- que ahora cuenta con 1.200 metros de longitud por 40 metros de ancho, donde pudo mostrarse en movimiento, con el sonido especial del motor resonando en los confines de nuestra patria”.

Cómo llegó el TC a la Antártida

Aquella histórica jornada se pudo dar a partir de una invitación del Ministerio del Interior de la Nación a la Asociación de Corredores de Turismo Carretera (ACTC). El ministerio llevaba a la Base Marambio su móvil de tramitación online de DNI y pasaportes -toda una novedad por entonces- para los residentes en el lugar, y surgió el plan de llevar el Torino.

A la vez, el Turismo Carretera cumplía 75 años en 2012 y a la ACTC le pareció una excelente manera de comenzar los festejos.

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El Torino bajó del Hércules en marcha, para correr en la Antártida.

La delegación de la Asociación partió de Buenos Aires, junto con el auto, el 16 de septiembre, en un vuelo hacia Río Gallegos. Allí permaneció hasta el sábado y ese mismo día llegaron a la Base Marambio.

“La idea es que el auto acelere allí y la imagen recorra el mundo”, contaba Fernando Miori, gerente de la ACTC.

No fue un ratito: el Toro anduvo durante dos horas por la pista de 1.200 metros de largo y 40 de ancho, en una tarde soleada, más allá de los 20 grados bajo cero de temperatura.

El Torino, del avión a la pista

El Torino bajó en marcha desde el Hércules que lo trasladó del continente, directo a la pista. El auto fue conducido por Hugo Mazzacane -el padre de Gastón, último piloto argentino en la Fórmula 1 antes de la aparición de Franco Colapinto-, quien era vicepresidente de la ACTC, y por Roberto Urretavizcaya, piloto que ese año compitió por última vez en el Turismo Carretera.

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La Antártida como fondo y el Torino acelerando. En 2011 parecía imposible.

Urretavizcaya reemplazó a último momento a Julio Catalán Magni, que había sido designado pero no pudo viajar porque ese mismo fin de semana compitió en Olavarría.

Alfredo “Gardelilto” Fernández, un histórico mecánico, motorista y preparador de todas las categorías del TC fue quien preparó especialmente el auto para la travesía.

“La Comisión Directiva de la Asociación Corredores Turismo Carretera hizo pie en la Antártida Argentina en el día de hoy con un Torino de la categoría más antigua en actividad del mundo, según lo certificó el Libro Guinness de los Récords, en un hecho histórico con la primera vez que un auto de competición gira en la pista de aterrizaje del Hércules en suelo antártico”, informó el mismo día 21 la ACTC, en un comunicado de prensa.