El menor de Viedma presentó un pedido junto a su madre, la pareja y su padre biológico. Que todos estuvieran de acuerdo fue clave. Los fundamentos de la jueza.
Para conceder la triple filiación del menor, la jueza de familia de Río Negro encuadró el caso en la figura de adopción integrada.
Un fallo de la Justicia de Río Negro permitió que un adolescente de Viedma obtenga la triple filiación, es decir, el reconocimiento legal de una madre y dos padres.
Este fallo inusual fue posible gracias a un pedido conjunto de todos los integrantes de la familia, incluyendo el papá biológico, quienes estuvieron de acuerdo en formalizar la situación familiar que, en la práctica, existe desde hace años.
A pesar de que el Código Civil y Comercial argentino establece que ninguna persona puede tener más de dos progenitores, la jueza de Familia de Viedma, Paula Fredes, consideró el vínculo socioafectivo del adolescente con la pareja de su madre como fundamental para dar lugar al pedido.
Este hombre, ahora reconocido como padre del menor, compartió la vida del chico desde que éste tenía dos años, generando un "verdadero vínculo de amor compartido", según detalló en su presentación judicial.
Una familia consolidada en Viedma
Hace 11 años, el hombre inició una relación con la madre del niño, quien entonces tenía solo dos años. Con el tiempo, se fue forjando un vínculo especial entre ellos, compartiendo momentos de crecimiento, juegos, vacaciones y actividades cotidianas.
En la actualidad, ya como adolescente y según lo que declararon los involucrados ante la Justicia, el chico mantiene charlas profundas con él, quien a su vez lo ayuda en sus estudios. Ambos comparten la convivencia diaria bajo el mismo techo.
El papá biológico, por su parte, siempre participó activamente en la vida del niño y, al enterarse del pedido judicial de la pareja de su ex mujer, expresó el total acuerdo con la medida.
El hombre destacó el respeto y la confianza que siente por la pareja de la mamá de su hijo, quien ha sido un pilar en la vida del chico, que ahora tiene 13 años.
Además, señaló que siempre ha querido que su hijo se sienta libre de elegir lo que lo haga más feliz, apoyando su deseo de formalizar legalmente el vínculo afectivo que tiene con su segundo papá.
El adolescente, durante el proceso judicial, también explicó que siente y considera a la pareja de su madre como un padre, debido a la relación de amor y confianza que han construido a lo largo de los años.
Asimismo, aclaró que su intención no es alejarse de su papá biológico, sino ampliar su filiación legal para reflejar su realidad familiar. Por esta razón, solicitó que se agregue el apellido de su padre adoptivo a su partida de nacimiento.
Los fundamentos de la jueza de Río Negro
En su resolución, la jueza enmarcó el caso como un desafío al binarismo filial que históricamente ha prevalecido en el ordenamiento jurídico argentino.
El Código Civil actual prohíbe la existencia de más de dos vínculos filiales, pero la magistrada fundamentó su fallo en el concepto de la socioafectividad.
Este criterio, que destaca la importancia de los lazos afectivos creados por el amor, fue clave para reconocer el vínculo entre el adolescente y la pareja de su madre a través de la figura de la adopción integrativa.
El fallo destaca que ese concepto no busca sustituir o limitar los vínculos existentes, sino ampliarlos para incluir a un tercero que, aunque no formó parte original de la familia, ha desempeñado un rol fundamental en la vida del menor.
En este caso, no se pretende desplazar al papá biológico, sino, por el contrario, reconocer que el adolescente tiene dos padres y que ese es su deseo.
Además, la jueza subrayó que este no es un caso aislado en el país. Desde la sanción del nuevo Código Civil y Comercial, se han registrado al menos 24 casos en los que se declaró la inconstitucionalidad del artículo 558, que limita los vínculos filiales a dos progenitores. Otros 17 fallos han optado por la inaplicabilidad de esta norma, permitiendo así la triple filiación.
Finalmente, la jueza decidió hacer lugar a la demanda en su totalidad y otorgó la adopción integrativa, reconociendo de manera legal la realidad familiar del adolescente, quien ahora cuenta con una madre y dos padres en su partida de nacimiento.
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