En octubre pasado, el fallecimiento de un legislador del PRO planteó una nueva chance para las diputadas nacionales para terminar con el “efecto cabeza de lista”.
La muerte del diputado nacional del PRO, Héctor “Tito” Stefani, ocurrido en octubre pasado, y la consecuente necesidad de reemplazarlo, volvió a poner sobre el tapete una discusión “incómoda” para los varones que, a pesar de la vigencia de la Ley de Paridad de Género, encontraron “una vueltita” para seguir manteniendo sus privilegios.
La ley 27.412 de “Paridad de género en ámbitos de representación política”, sancionada en 2017, fue considerada un avance en la representación política de las mujeres, ya que modificó el Código Nacional Electoral, estableciendo que listas de candidatos al Congreso de la Nación (diputados y senadores) y al Parlamento del Mercosur deben ser realizadas “ubicando de manera intercalada a mujeres y varones desde el primer candidato titular al último suplente”.
En ese sentido, se incorporan también los reemplazos “género por género” como un mecanismo de protección hacia las mujeres candidatas, y a las mujeres electas.
El Congreso de la Nación tiene una deuda con las particularidades de la Ley de Paridad de Género. El motivo principal fue impedir que las forzaran a renunciar para que luego asumiera un varón en su lugar.
Varios ejemplos abundan en América Latina. En México, por ejemplo, se conoció al fenómeno como el “escándalo de las Juanitas” cuando en 2009 un grupo de ocho diputadas de diferentes partidos políticos solicitaron y obtuvieron autorización para ceder su banca al suplente varón.
El hecho cobró tal magnitud que el Tribunal Electoral mexicano, obligó a los partidos políticos en las elecciones de 2012 a que los suplentes fueran del mismo sexo de quien renunciaba.
En Argentina el caso más difundido mediáticamente fue el de Ramona Pucheta cuando en 2011 ganó una banca a diputada nacional y la hicieron renunciar para que asuma Raúl Castells (ambos del Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados -MIJD).
Neuquén: el caso de Miras Trabalón
En 2020 ante la vacancia producida por la renuncia del diputado neuquino del Frente de Todos, Darío Martínez, para asumir como Ministro de Energía, la segunda candidata titular Asunción Mirás Trabalón, se presentó ante la justicia, solicitando se la autorice a reemplazarlo alegando que la ley de paridad de Género no se puede interpretar en perjuicio de las mujeres y alertó sobre los problemas que trae consigo esta ley cuando se renuevan menos de cinco bancas.
Asunción Miras Trabalón tuvo un caso judicial de paridad de género en 2020. En estos supuestos se da el efecto “Cabeza de Lista”, ya que las candidatas titulares que, mayormente, ocupan el segundo lugar en distritos que renuevan dos bancas, no tienen posibilidades de acceder al cargo frente a un eventual reemplazo del diputado renunciante.
Llamativamente en esta oportunidad, el caso de Miras Trabalón se resuelve echándole la culpa a ella, ya que (palabras más o palabras menos) la justicia le dice que la ley ya estaba vigente cuando ella se postuló; y que como “no se quejó” en ese momento no puede hacerlo posteriormente hacerlo cuando no le convienen las consecuencias de su aplicación.
En el 2019, Neuquén fue el único distrito que llevó solo varones en todos los encabezamientos de lista (100%). Después de la contienda electoral se verificó que de las 10 bancas que estaban en juego (dos por provincia) ingresaron 8 varones y 2 mujeres, en una relación de 80% a 20%; en el 2021 y en el 2023, solo dos mujeres encabezaron las listas a diputados nacionales.
Cómo es el mecanismo en el Senado
En cambio, el tratamiento de reemplazos en la Cámara de Senadores resuelve el problema del “tapón” para el caso de los legisladores que ingresan por la minoría.
En ese caso, ante la vacancia del primer candidato titular es reemplazado por el candidato que lo sigue en número de orden o corrimiento.
De esta manera, mantiene la jerarquía de los titulares para el reemplazo e incentiva los acuerdos políticos para quienes compartieron lista e hicieron campaña conjuntamente.
Esto explica por qué Lucila Crexell pudo asumir la banca del fallecido Horacio “Pechi” Quiroga.
En miras a las próximas elecciones legislativas, la vacancia producida por el diputado Stefani, abre una oportunidad única, al movimiento femenino, habilitando una nueva oportunidad para requerir a la justicia resuelva que el remplazo “género” por “género” no sea aplicado en perjuicio de las mujeres.
Sin embargo, la crítica hacia la justicia, no debe desviar la atención de la política, la Cámara de Diputados, donde las mujeres representan el 42,8%, podría (de existir voluntad política) introducir en la Ley las modificaciones necesarias para evitar que este mecanismo, se vuelva una trampa para las mujeres que no logren encabezar listas.
Hace pocos días, la Cámara Nacional Electoral resolvió por mayoría que Ricardo Garramuño debe ser la persona que ocupe la banca en Diputados. Una semana antes, un juez federal había dicho que debía ser ocupada por la abogada Dalila Nora.
Te puede interesar...
Lo más leído
Leé más
Pepe Mujica recomendó a Cristina dar un paso al costado: "Esa vieja sigue jodiendo"
Noticias relacionadas
Dejá tu comentario