El conductor, de 54 años, intentó de todo para zafar: hasta le ofreció un par de medias de un club deportivo.
Un preocupante episodio registrado en video puso en evidencia los peligros que persisten en las rutas argentinas en las últimas horas. En la RN 226, arteria que conecta Mar del Plata con General Villegas, un conductor de 54 años fue interceptado por agentes de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) tras mostrar claras señales de ebriedad.
El operativo, realizado en el kilómetro 31,7, derivó en un escenario de múltiples irregularidades: desde la falta de documentación hasta un insólito ofrecimiento para eludir la sanción.
Todo comenzó como un control rutinario. Al detener el vehículo, los inspectores notaron de inmediato el estado alterado del conductor. La prueba de alcoholemia confirmó lo evidente: 1,71 gramos de alcohol por litro de sangre, un valor casi cuatro veces superior al límite permitido (0,5 g/l).
Durante el habitual interrogatorio, el hombre admitió haber consumido entre cuatro y cinco cervezas horas antes. "Veníamos de un club", soltó el conductor, que circulaba junto a dos acompañantes.
Un intento de soborno registrado en video
Pero el alcohol no fue su única infracción. Al revisar sus documentos, los agentes descubrieron que su licencia de conducir estaba vencida y que el automóvil carecía de la Verificación Técnica Vehicular (VTV), requisito indispensable para circular en la provincia. Frente a esto, el procedimiento administrativo era inevitable. Sin embargo, lo que siguió transformó una falta grave en un cuadro de desesperación y falta de conciencia vial.
Ante la notificación de la multa —que podría alcanzar los $1.400.000 y una inhabilitación para manejar determinada por la Justicia—, la reacción de los ocupantes del auto fue reveladora. "No seas malo, loco" le expresó el conductor. Uno de ellos, vestido con una remera blanca y una riñonera negra, apeló a un tono paternalista: “No sé si podés ser mi hijo o mi nieto, portate bien”, intentando minimizar la gravedad del hecho.
La situación escaló cuando, en un giro inesperado, ofrecieron indumentaria deportiva del club que habían visitado como presunto soborno. “Te damos un par de medias, algo”, propusieron, subestimando la seriedad del acto corrupto que implicaba. El agente, sin embargo, mantuvo su postura firme y procedió a labrar la infracción correspondiente. Las imágenes del operativo, difundidas por la ANSV, muestran no solo la irresponsabilidad del conductor, sino también la cultura de impunidad que aún persiste en algunos sectores.
Un verano de controles intensivos: cifras que alarman
Este caso se enmarca en un contexto de reforzamiento de los operativos viales durante la temporada estival. Según datos oficiales, desde diciembre hasta la fecha, la ANSV ha desplegado 4.037 controles en todo el país, fiscalizando cerca de 492.000 vehículos. De estos, 9.080 conductores fueron sancionados por diversas irregularidades, desde exceso de velocidad hasta manejo bajo efectos del alcohol.
La estadística refleja un problema estructural: pese a las campañas de concientización, aún hay quienes priorizan la complicidad sobre la ley. El episodio en la RN 226 no es un hecho aislado, sino un síntoma de una realidad donde el riesgo vial se combina con la falta de controles personales. La combinación de alcohol, documentos desactualizados y vehículos en mal estado sigue siendo una bomba de tiempo en las rutas argentinas, exigiendo no solo mayor fiscalización, sino también un cambio cultural urgente.
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