Pese al veredicto, el juez le mantuvo la prisión domiciliaria en lo de su madre, quien avisó de la huida este martes, horas antes de la audiencia en que le iban a dictar perpetua.
Luego de tener algo de alivio con la condena del único acusado de asesinarla, la familia de Ana Calfín recibió un duro golpe este martes cuando se enteró que Miguel Alejandro Vargas Nehuén, quien el jueves había sido declarado culpable de femicidio por un jurado popular de Chubut, se fugó de la casa donde cumplía prisión domiciliaria en Esquel.
El hecho ocurrió pocas horas antes de la audiencia en la que iban a definir su pena, que se descontaba sería de cadena perpetua, única posible para el delito del que fue hallado responsable por 12 ciudadanos que, en acuerdo con la fiscalía, desecharon la versión de que había sido n accidente: “Anita”, como le decían quienes la querían, fue prendida fuego intencionalmente por su pareja.
Según el informe policial, la fuga fue detectada cerca de las 08:30, cuando agentes fueron al domicilio donde el condenado cumplía arresto domiciliario, ubicado sobre la calle Costanera, y constataron que Vargas Nehuen no se encontraba en el lugar.
Fue la propia madre y dueña de casa la que les confirmó la huida. Les dijo que la última vez que vio a su hijo fue alrededor de la 1:00 de la madrugada, antes de irse a dormir, y que a las 07:00, cuando fue a la habitación que ocupaba el condenado, afuera de la vivienda principal, notó su ausencia y dio aviso de inmediato al abogado defensor.
Ante la situación, se dio intervención a la División de Investigaciones y a la fiscal de turno. Además, se activó el protocolo correspondiente y se emitió la alerta a la red policial provincial, que inició un operativo de búsqueda del prófugo.
La reacción de la familia de Anita
"Es muy indignante. Aunque sea debería haber tenido una custodia afuera de su casa una vez que lo declararon culpable”, se quejó Daniela Santillán, sobrina de la víctima, en diálogo con ADNSUR a pocas horas de haberse enterado de la amarga noticia.
"Luego del veredicto que lo declaró culpable, la fiscal pidió que le revocaran la domiciliaria, pero el juez Daniel Novarino decidió que quedara ahí por su comportamiento", informó quien fue una testigo clave durante el juicio y sostuvo desde un principio que Vargas había rociado a Ana con nafta u otro combustible para luego prenderle fuego.
“La verdad que teníamos en mente que podría a llegar a fugarse, y lo hizo. Ahora, solo nos queda esperar a que lo encuentren", se lamentó esta mañana.
Lo cierto es que por estas horas, en el grupo de Facebook "Justicia por Anita Calfin", pasaron de reconocer la condena como un logro a compartir un afiche con la foto y características de Vargas Nehuén para alertar sobre su búsqueda. Entre los rasgos distintivos señalaron "tez trigueña" y que "posee un tatuaje en el antebrazo izquierdo (tres lobos)".
El femicidio en una casa de Esquel
El 6 de agosto de 2023, "Anita", como la conocían, sufrió quemaduras de consideración y falleció el 18 del mismo mes tras estar hospitalizada. Los hechos ocurrieron en el barrio Lennart Englund de Esquel, donde la mujer estaba construyendo su vivienda.
Daniela relató que ese día Ana había estado en su casa y, al poco tiempo de retirarse, alertaron a la familia de que se escuchaban gritos. Cuando llegaron, la mujer ya estaba quemada desde la cabeza hasta la cintura y su pareja la había rociado con agua.
Rápidamente fue trasladada al Hospital Zonal Esquel en ambulancia, en grave estado. Calfín ingresó a terapia intensiva en condición crítica, con heridas profundas provocadas por el fuego que afectaron sus órganos. Cumplió 38 años internada, poco antes de morir.
La familia y la fiscalía sostuvieron desde el principio que se trató de un crimen, mientras que el acusado argumentó que fue un accidente doméstico y que la mujer se prendió fuego mientras encendía la cocina de leña.
Un veredicto difícil en Chubut
Tras escuchar a testigos y peritos, y luego de una minuciosa reconstrucción presentada por la fiscalía, un jurado popular dio a conocer su veredicto el viernes pasado: declaró a Vargas Nehuén culpable de homicidio agravado por el vínculo y por haber sido cometido por un hombre a una mujer en contexto de violencia de género.
La decisión se conoció cerca de las 17 horas, en medio de un clima de tenso respeto en la sede judicial, donde estaban presentes en absoluto silencio tanto la familia de la víctima como la del imputado.
La fiscal Rafaella Riccono presentó durante el juicio una detallada línea de tiempo del día del hecho, apoyándose en mensajes, testimonios y fotografías halladas en el celular de Ana. Su alegato contrastó la hipótesis del crimen con los informes periciales.
En su estrategia, la fiscalía recopiló información que demostraba que Ana estaba sufriendo violencia de género. Se presentaron pruebas de ausencias en el trabajo por supuestos accidentes que, según argumentaron, eran producto de golpizas. También expusieron mensajes que evidenciaban celos, insultos, control y violencia económica y física.
Un elemento decisivo en el caso fue el testimonio final de la propia víctima. Mientras que al ser auxiliada inicialmente por la ambulancia Ana había dicho que lo ocurrido fue un accidente, días después, sintiendo que iba a morir, expresó que le había pasado "lo mismo que a su madre", quien había fallecido por el ataque de su pareja.
La fiscal interpretó este cambio de versión como un mensaje final de la víctima, una pista crucial en el contexto de la violencia sistemática que sufría, y que de chica había conocido en la persona de su mamá.
El jurado tuvo dos horas para analizar toda la prueba presentada, valorar los testimonios y concluir si se probó que Ana murió en manos del imputado o si había protagonizado un accidente fatal.
La audiencia para debatir la pena estaba programada para este martes 15 a las 12, aunque para la calificación legal por la que fue declarado culpable, el Código Penal prevé como única posiblidad la prisión perpetua, una pena que el femicida, al menos por ahora, evitó escuchar y cumplir.
Te puede interesar...
Lo más leído
Dejá tu comentario