Comodoro Rivadavia: batalla entre dos mujeres que dicen ser dueñas de la misma casa

Nuevas revelaciones muestran una trama más compleja detrás de la presunta usurpación de una vivienda en el centro de Comodoro Rivadavia, denunciada hace una semana por una mujer que dijo que había ido al médico y, al regresar, se encontró con gente que se había metido en su casa y no la dejaba entrar.

El incidente fue denunciado el 12 de febrero por Olga Mansilla, una docente de 45 años, quien contó que al volver a su casa tras una consulta médica junto a sus hijos mayores de edad, encontró la puerta forzada y a un grupo de personas en su interior.

Mansilla aseguró que los usurpadores, a quienes conocía, se habían negado a abandonar la vivienda y habían exhibido un documento de compraventa, con el respaldo de una abogada.

La docente denunció la usurpación y agregó que los intrusos, a quienes identificó como “los hermanos Córdoba” tenían una restricción de acercamiento vigente contra su familia por supuestos antecedentes de violencia.

Comodoro Rivadavia: la otra versión

La versión opuesta la dio, precisamente Brenda Córdoba, quien afirmó ser legítima propietaria del inmueble, argumentando que su padre le cedió la propiedad y que está intentando recuperarla desde noviembre.

Córdoba afirmó que Mansilla es su tía, que estaba ocupando la vivienda que no era suya y que había alquilado hasta fines del año pasado, negándose a irse cuando el arrendamiento finalizó.

Comodoro Rivadavia: salieron tres horas y al volver, les habían usurpado la casa.

Los hijos de la docente desalojada y una allegada, en el frente de la casa de Comodoro Rivadavia.

“Nosotros no podíamos proceder a hacernos cargo de nuestra propiedad porque la señora dijo que no nos conocía. Y realmente sí nos conoce, porque tengo evidencia donde muestro que pasamos el cumpleaños de mi padre con ella y su esposo”, contó Córdoba.

La mujer dijo que el esposo de Mansilla les pagó el alquiler hasta noviembre de 2024, pero que ya le habían avisado que pretendían finalizar con el acuerdo. "Nos pagó hasta noviembre, pero ya veníamos pidiendo (que se fueran), porque es mi propiedad", expresó.

Córdoba explicó que había intentado accionar adminstrativamente, presentando documentación, pero que al no obtener ninguna solución decidió ingresar a la vivienda.

"Habíamos presentado los papeles y nos dijeron que necesitábamos más pruebas”, recordó. “Como mamá, porque no tengo dónde vivir y esta propiedad le pertenece a mi papá, agarré y metí a mis hijos. Dije: ‘Que la justicia venga acá y me aclare las cosas como son’", agregó.

Cámaras, denuncias y un perro robado

Córdoba también denunció que Mansilla había logrado obtener una restricción de acercamiento contra ella y su familia para evitar que recuperaran la casa. “¿Qué es eso? Es una persona astuta”, opinó.

Además dijo que los hijos de Mansilla habían golpeado a su hermano menor, y que le habían robado un perro de raza rottweiler. “Ya hice la denuncia a la Policía”, afirmó la mujer, y aseguró una vez más contar con pruebas que demostrarían que es la legítima propietaria del inmueble.

Según había denunciado Mansilla, a unos 25 metros de la vivienda ahora ocupada por la familia Córdoba, había un terreno fiscal con mejores en el que los Córdoba pusieron cámaras de video en distintos puntos, casi todas apuntando a la casa en disputa.

Cuando con esos dispositivos detectaron que no había nadie en el inmueble, explicó, irrumpieron y se hicieron del lugar.