La mujer de Comodoro Rivadavia que vive amenazada por una banda: "Para ellos soy una bala más"
Su hijo se entregó por el crimen de un conocido delincuente y a ella y su familia les incendiaron y balearon la casa, y siguen amedrentándolos.
"Si mi vida sigue en riesgo, no sé si volveré". Con esa frase, Fabiana Fernández, una referente vecinalista de Comodoro Rivadavia, definió su situación actual, luego de haber decidido huir de esa ciudad de Chubut por las continuas amenazas de una banda organizada.
El amedrentamiento se inició a fines de febrero, cuando incendiaron su casa y dispararon en el frente de la vivienda de otro familiar, luego de que su hijo, Mauro Fabián Pavei, se entregó como sospechoso del crimen de Jorge Nievas, integrante de un conocido clan delictivo de la zona.
Desde entonces, la vecinalista del barrio Quirno Costa vive en peligro y a merced de lo que dispongan los integrantes de una de las bandas que atemorizan a la zona, pese a que en un año donde en poco más de dos meses hubo ya siete crímenes en la ciudad, la policía redobló los esfuerzos para controlar las zonas más conflictivas. De hecho, en las últimas horas hubo un fuerte operativo con 12 allanamientos en el barrio.
"Mi vida está jugada, es así. Para ellos soy una bala más", sintetizó con angustia Fernández en diálogo con ADNSUR. Su hijo enfrenta cargos por "homicidio agravado por el uso de arma de fuego".
Ante la avalancha de amenazas que siguió al asesinato de un integrante de la familia Nievas, con años de historia delictiva en la ciudad, la mujer pidió licencia en su cargo al frente de la Asociación Vecinalista Quirno Costa por tiempo indeterminado: “No sé si volveré porque si mi vida sigue en riesgo, realmente no sé“, aseguró ahora.
“Viendo las armas que hay, la droga, viendo cómo se manejaron toda esa semana, cuando en las cámaras se vio cómo entraron a mi hogar prendiéndole fuego, como le incendiaron un auto de los tíos (de su hijo), y como balearon la casa de los abuelos, y la mía… No estamos hablando de nenes que se manejan con computadoras, estamos hablando con gente que se manejan con armas de fuego todo el tiempo y con tanta impunidad durante todo el día”, relató la mujer.
Y agregó: “El incendio fue en plena tarde, si estábamos nosotros nos prendían fuego ahí adentro”.
Pedido de licencia para resguardarse
Ante ese escenario de amenazas constantes, Fernández evaluó la posibilidad de irse de la ciudad, pero por ahora se limitó a alejarse un poco del barrio, en principio pidiendo licencia en el cargo que ocupa al frente de la Unión Vecinal de Quirno Costa.
“La idea es que yo no esté en la vecinal con ellos manejándose libremente dentro del barrio, de los pasajes; impunemente durante todo el día. Te señalan con los dedos, miran para adentro. El día del incendio están las cámaras grabadas. Había una mujer que pasó dos o tres veces, grababa, después pasó un chico, se puso con una bicicleta al frente. Yo no uso arma de fuego ni lastimo a nadie, no tienen por qué lastimarme”, clamó.
La madre de Pavei dijo que no solo está preocupada por su seguridad, sino por la de toda su familia. Y contó que, en su ausencia, las amenazas continúan. Repite, como muchos en el barrio, que el problema de la inseguridad va mucho más allá del crimen que se le atribuye a su hijo, e involucra problemas de drogas, alcohol y usurpaciones de viviendas.
También marcó un contraste con los familiares de la víctima del crimen. "A diferencia de la mamá de Jorge Nieves, yo dije públicamente que la justicia tiene que hacerse cargo y ver si mi hijo es responsable o no de esa muerte. O sea, yo como mamá puedo estar, pero no voy a salir a decir lo que dijo ella, que salió a dar la cara por sus hijos y sostener que son todos santos. Porque no es así", aseguró.
“Trabajé muchos años en el barrio, ayudé a mucha gente e incluso a gente de ellos (los Nievas). También colaboré con mi trabajo en la salud. Todos sabían más o menos dónde trabajaba, cómo me manejaba, de la forma en que siempre estuve dentro del barrio, dentro de la vecinal y dentro del CAPS. Hoy, caminar por la calle libremente, sabiendo que, como me lo dijeron, hay una bala que va para mi cabeza, ya no es posible”, concluyó.
El séptimo crimen del año en Comodoro Rivadavia
El asesinato de Jorge Nievas el 27 de febrero, a plena luz del día, a metros del cruce de Dabrowsky y pasaje Moure, donde la víctima se topó con una persona que sacó un arma, le apuntó y le dijo: “Quédate quieto”, según lo que logró reconstruir hasta el momento el fiscal. Siguieron dos disparos, uno de ellos en su mano izquierda. Y un tercero que lo mató en el acto.
Conocido el crimen de un Nievas, nadie dudó que las represalias de la familia, conocida también por varios ajustes de cuentas entre sus propios integrantes, no se harían esperar.
Los Nievas se transformaron con el correr de los años en un símbolo de violencia y conflicto, con divisiones internas y peleas a muerte entre sus integrantes. También con un historial delictivo que supera el centenar de denuncias registradas a lo largo de más de una década, y que incluye una serie de homicidios y enfrentamientos con armas de fuego.
La semana siguiente a su asesinato, Jorge Nievas tenía que declarar en el marco de la causa por un homicidio cometido en 2009, del que estaba acusado.
El 30 de marzo de ese año, Nievas asesinó a un hombre identificado como Juan Carlos Cárdenas luego de que éste golpeó a un menor de edad a quien sorprendió robando en su casa.
Fue condenado en primera instancia a 10 años y 8 meses de prisión pero nunca cumplió la condena debido a que no se le dictó prisión preventiva y se vencieron los plazos para que la sentencia quedara firme. Pero un fallo de la Corte Suprema reabrió la causa en 2024 y el peligroso hampón debía declarar una semana después.
Su muerte, además, sucedió a la de otro integrante de la peligrosa familia: su hermano, Matías Nievas, asesinado a balazos en enero pasado en un suceso ocurrido en el pasaje San Antonio al 800, casi Avenida Rivadavia, en el barrio Jorge Newbery, en la zona sur de Comodoro Rivadavia.
Te puede interesar...
Lo más leído
Dejá tu comentario