Puerto Madryn: se fue del kiosco sin cerrar la puerta y dos clientes la conmovieron con un inesperado gesto
Al otro día, al volver a su local de esa ciudad de Chubut, se encontró con la policía y temió una desgracia. Pero había pasado otra cosa.
La dueña de un kiosco en la ciudad de Puerto Madryn, vivió una situación inesperada que la conmovió profundamente. Tras una jornada de trabajo en el local que adquirió hace solo un mes y medio en la ciudad de Chubut, decidió cerrar para irse a su casa. Eran las 11.30 de la noche y cansada, no se percató de un detalle: dejó la puerta sin llave.
Durante la madrugada, dos clientes entraron al comercio pensando que estaba abierto, para comprar algo. Al al notar que no había nadie atendiendo tuvieron un sorprendente gesto de honestidad: tomaron las dos botellas de agua que habían ido a buscar, dejaron el dinero correspondiente sobre el mostrador y se tomaron el trabajo de escribir un mensaje en un papelito, alertando a la dueña.
Alrededor de las 8.30 de la mañana del día siguiente, cuando la comerciante regresó al kiosco para iniciar otro día de ventas, se encontró con un panorama inesperado: la policía estaba frente al local. Se puso nerviosa y temió que hubiera pasado algo malo. Pero nada de eso.
"Cuando llegué, vi gente afuera y pensé que era por la carga del estacionamiento medido. Me acerqué haciéndome la graciosa y dije ‘Ahí voy’, pero en ese momento me avisaron que me había olvidado la puerta abierta. Mi cabeza se puso en blanco y negro", contó a medios locales luego de su experiencia.
Ante la noticia, entró al kiosco apurada, esperando ver con qué se encontraba. Enseguida se puso a revisar qué mercadería le faltaba, segura de que luego de tantas horas con el local expuesto, habría perdido bastante.
Pero para su sorpresa, no sólo estaba todo en su lugar, como si el local hubiera quedado cerrado.Sobre el mostrador, un puñado de billetes y el pequeño cartel escrito a mano la dejaron sin palabras: “Compramos dos aguas chicas, dejaste la puerta abierta”, leyó. Cuando contó la plata, era el importe exacto que correspondía al precio de las bebidas.
Tamaño gesto de honestidad y respeto la emocionó y que decidió compartir su experiencia. "Fue una mezcla de sensaciones, pero sobre todo una gran alegría al ver que todavía existen personas con valores", dijo la dueña del kiosco, muy agradecida por lo sucedido.
Otro gran gesto en Puerto Madryn
La gentileza de los dos clientes de la señora no es el único gesto solidario sorprendente que se dio en Puerto Madryn en los últimos días. Hace una semana, Melisa Petersen, una personal trainer y fisicoculturista de la ciudad del Golfo, devolvió un bolso matero con $3 millones que encontró en una plaza mientras cumplía coin su rutina de entrenamiento de todos los días, corriendo por las calles de la ciduad. Y lo hizo pese a que por estos días está en busca de respaldo económico para poder viajar a compoetir.
“En un banco había un bolso matero y abajo una mochila. No es la primera vez que me topo con cosas perdidas en esa plaza. Ya me había pasado de encontrar un celular y poder llamar al dueño. Pero en este caso lo que vi me impactó”, contó Melisa, que tiene 30 años, fue atletna durante su infancia yu adolescencia y actualmente es personal trainer y representa a Chubut en competencias de fisicoculturismo.
Su sorpresa ante el hallazgo tuvo que ver con lo que había dentro de la mochila, que ella abrió en busca de alguna documentación que le permitiera dar con quien la hubiera dejado olvidada.
Al abrirla, se encontró con una enorme suma de dinero: más de $3.000.000 en efectivo, en fajos de 10.000 y 1.000, atados con bandas elásticas.
También encontró un DNI, pero la dirección que figuraba no era de Puerto Madryn. Y no halló ningún otro dato que le sirviera para encontrar al dueño de los billetes.
Sin ánimo de rendirse, Melisa hizo una publicación en Facebook, dio algunos datos acerca de lo que había encontrado y puso un teléfono de contacto.
“Tuve varias llamadas falsas, pero después de un rato llegó la comunicación que necesitaba”, relató.
La llamó una persona que dijo ser la sobrina de quien había olvidado la mochila con la plata, le dio el nombre de su tía Gladys, que coincidía con el del DNI y otros datos que le permitieron confirmar a Melisa que le estaba diciendo la verdad.
“Me dijo cuánto dinero había, me nombró los nombres de la documentación y números de DNI, hasta me dijo que el termo no tenía tapa y adentro del matero había cuatro alfajores negros Fantoche y un paquete de Oreo", recordó la deportista.
Gladys estaba en Puerto Madryn, adonde había ido para visitar a familiares. Así, Melisa pudo encontrarse con ella y devolverle lo suyo.
“La señora estaba en shock. Su sobrina me contó que había salido del banco, que estaba a mil y que se hallaba muy conmocionada porque había perdido el dinero. Me quisieron sacar fotos para agradecerme públicamente, pero les dije que no. Tampoco acepté recompensa. No lo devolví para que me dieran algo a cambio”, explicó.
“La señora no lo podía creer, pero sí, todavía hay gente que se pone en el lugar del otro. Hoy mi corazón está feliz”, añadió.
Contenta por los comentarios positivos que recibió en las redes, donde muchos usuarios destacaron su acción, se mostró sorprendida por la repercusión que tuvo la publicación.
“Es un lindo mimo”, aseguró. Y dio un detalle más: la plata le habría venido muy bien para poder sostener su actividad deportiva, pero en ningún momento se le cruzó por la cabeza quedarse con nada que no fuera suyo.
“Hace poco hice un posteo para contar que estoy en la búsqueda de nuevos sponsors para seguir compitiendo -admitió la deportista-. Cuando me empezó a sonar el teléfono pensé que era por eso, no me imaginé que tanta gente se iba a contactar”.
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