Antes de la balacera en Sapere, un tiroteo en Valentina Sur terminó con un perro baleado en el pecho
Una familia ruega colaboración para costear el tratamiento veterinario para su mascota herida. Realizaron la denuncia en la Comisaría 44.
Alrededor de las 3 de la mañana del sábado, vecinos de Valentina Sur escucharon una discusión y luego un disparo. Nunca se hubieran imaginado lo que sucedería minutos después cuando una balacera puso en peligro la vida de un integrante de la familia. Su nombre es Oso, un perro de siete años y terminó con una bala en la panza.
La denuncia fue realizada en la Comisaría 44° donde quedó expuesta la impunidad de la violencia aquella noche del 12 de abril, cuando varios disparos impactaron en la vivienda e incluso hirieron al perro que estaba en el patio. Además, sumaron que observaron a tres hombres que, con toda impunidad, comenzaron a disparar armas de fuego en la calle José Bustos Pérez y Posadas.
"La verdad que el perro poco a poco va apagándose más y él es parte de mi familia, mi hermanito se crió con él básicamente", dijo Camilo Martínez, de 17 años, a LMNeuquén. Desde el domingo difundió por redes sociales la campaña #FuerzaOso para recaudar fondos por las dificultades que tienen para cubrir los costos de tratamiento veterinario.
"La bala le impactó en el medio del pecho, apenas termina la garganta, y todavía la tiene alojada en la panza", explicó Camilo y agregó que si bien el perro está mejor, porque puede tomar agua y comer, sigue en mal estado. "Con mi familia ya tenemos el miedo de que el perro no resista más, está en mi casa, en el living, porque no lo pudimos dejar internado, porque cada noche que pasa en la veterinaria nos cobraban 90 mil adicionales, sin contar ecografías, radiografía", resumió Camilo.
De acuerdo a la información de la veterinaria, estiman que tendría que internarlo 6 días, lo que suma un gasto aproximadamente $540.000, además de las placas de radiografía que valen $40.000 y medicamentos otros $40.000. El alias para colaborar es fuerzaoso.mp y está a nombre de Valeria Micaela Ibáñez, la mamá de Camilo. El CVU es: 0000003100004716394714.
Además de la necesidad de hacerle la cirugía para extraerle la bala, el problema es que Oso no tolera los medicamentos: "con el suero podía tomarlos sin problemas, pero ahora no los puede recibir sin vomitarlos, o escupirlos; hay que tenerlo con suero, pero acá en casa no podemos, cuando fuimos a hacer la revisión nos lo dieron con suero temporal que duró pocas horas".
La noche de la balacera
Cuando habla de su perro, a Camilo se le llena la voz de alegría: "es guardián cariñoso y se porta bien, se llama Oso, es un animal cruza de rottweiler, tiene siete años aproximadamente, lo encontramos de cachorro en la calle, abandonado y decidimos con mi familia adoptarlo". Por su parte, recuerda que solamente lo tienen en el patio y no a la calle, porque otros perros lo pueden morder.
La noche de la balacera, Camilo contó que desde el momento que se escuchó el primer disparo, el perro no se quería despegar de la cerca, pero luego, dejaron de escuchar ruidos y momentáneamente volvió la calma, hasta que se volvieron a despertar con más disparos que esta vez impactaron en la casa.
"A mi hermanito y a mi padrastro nos despertó la balacera", dijo y agregó que "los policías esa noche contaron 20 balas, y eso solamente ahí, porque atrás, más alejado, contaron 40 balas". En su casa hicieron destrozos: dos en la pared, una en la ventana que rompió un vidrio, otra en el tanque de agua.
Solamente se atrevieron a salir cuando terminó la balacera, porque escucharon que perdía agua el tanque y justamente vieron sangre en le piso: "lo primero que pensé es que se había metido alguien de los heridos en mi casa, pero cuando me di cuenta era el perro estaba herido". Es decir, que la quinta bala lamentablemente impactó en su perro.
"Estaba al lado del portón, ladrando para protegernos a nosotros, porque estaban a los tiros ahí", lamentó Camilo y agregó que si bien los episodios de inseguridad y tiroteos son una constante en Valentina Sur, "nunca me había tocado vivirla tan de cerca, literalmente en frente de mi casa". Aunque no tienen idea quiénes fueron, comentan que en el barrio se rumorea que pudo haber estar relacionado con el tiroteo de Sapere, en el que la policía informó que no hay demorados luego de encontrar 58 vainas servidas y una persona resultara gravemente herida.
Mientras esperan que no se repita la impunidad de los tiroteos, la familia de Camilo busca la solidaridad de la comunidad para poder internar a Oso. En este sentido, como pudieron taparon el agujero que dejó un tiro en el medio del tanque de agua y pagaron las curaciones del perro: "por el momento estamos con bastante poca agua, pero estamos con todas las fichas en el perro, lo material es lo de menos, lo que queremos es que el perro se salve".
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