Así detonaron la bomba que encontraron unos vecinos: era un proyectil de aviación

Con el correr de las horas se conocieron nuevos detalles sobre el hallazgo de un proyectil militar en el barrio Chacramonte, ubicado al suroeste de la ciudad rionegrina de General Roca, en medio de un sector rural.

En la mañana de este último lunes, personal especializado de la policía rionegrina lo hizo detonar.

El artefacto fue encontrado durante la tarde del domingo, alrededor de las 20, por una vecina que caminaba por la calle Mascardi, que divide el sector urbanizado y la parcelas en producción. De inmediato se presentó en la policía y señaló el sitio, en inmediaciones de un desagüe donde suelen tirar basura.

Una patrullas de la fuerza concurrió al lugar y efectivamente, encontraron el objeto en forma de cohete, de unos 40 centímetros de largo.

Ante la presunción de su peligrosidad, los uniformados acordonaron el área y convocaron al personal del área de Explosivos de la fuerza, quienes constataron que se trataba de una “bomba de aviación de ejercicio”, y que contenía un “cartucho pirotécnico trazador o marcación”.

Según precisaron los expertos, el proyectil tiene todas sus piezas y está apta para la carga pirotécnica funcione, dado su estado de corrosión y su exposición a las variables de la temperatura ambiental.

Por el “alto riesgo que presenta el cartucho pirotécnico”, los policías de explosivos procedieron a su destrucción, medida que fue ordenada por la Justicia Federal.

Una vez inhabilitado el elemento se pudo manipular de forma segura debido a que ya no contenía el material que representa peligro.

Posteriormente se hizo al levantamiento y secuestro de los restos del artefacto. Quedó al resguardo de personal de la Brigada Explosiva de Bomberos, con base en el aeropuerto de General Roca.

En tanto que la Justicia Federal quedó a cargo de la investigación, que buscará determinar la procedencia del explosivo y la existencia de personas responsables.

Granadas a metros del mar

En marzo de 2022 -plena pandemia- el hallazgo de dos granadas en un descampado ubicado en el acceso a San Antonio Oeste generó máxima tensión en los barrios aledaños.

Ambos artefactos, distintos exteriormente, aparecieron cerca de la costa de la ría que ingresa por el norte del ejido, y a unos 1.000 metros, equidistante, entre los barrios Magisterio, donde comienza la planta urbana, y el San Miguel, situado en la parte rural.

En un operativo realizado por Bomberos Voluntarios, Policía y el jefe de la Unidad de Neutralización de Explosivos -UNEX- de la fuerza provincial -que se encontraba eventualmente en la ciudad- acordonaron el sector por razones de seguridad.

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Aguardaron que llegara personal de esa dependencia especializada con asiento en Viedma y fueron ellos, con equipamiento específicos, quienes procedieron a detonar los explosivos.

Según trascendió en aquel momento, las granadas fueron descubiertas por un trabajador de un establecimiento del barrio San Miguel, donde funcionan varios criaderos de cerdos y otros animales de granja.

El hombre comentó la novedad a su patrón, quien al observar los elementos se comunicó inmediatamente con la policía.

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Tiempo antes, en 2015, se desplegó un impresionante procedimiento con expertos de Prefectura que llegaron especialmente de Buenos Aires porque también habían encontrado una granada, pero en la playa de Las Grutas.

Tuvieron que acordonar un amplio espacio de la costa para mantener alejada a la gente, que había mucha en ese momento a pesar de haber terminado la temporada veraniega.

Sin embargo fue una falsa alarma. Cuando los uniformados analizaron el objeto, notaron que era un encendedor que parecía una granada, aunque de tamaño más chico, de color verde militar.