Aumentó un 70% el valor de la dosis de cocaína y creen que implicará una escalada de violencia
El dato lo confiaron integrantes de las fuerzas de seguridad nacional. El incremento fue inmediato a los primeros anuncios económicos del gobierno nacional.
En medio de los nuevos anuncios del gobierno nacional, personal de una fuerza de seguridad nacional llevaba adelante en la región una investigación por la comercialización de droga y descubrió un dato llamativo. Es que un día antes de los primeros anuncios económicos del presidente Javier Milei, habían confirmado que la dosis de cocaína se estaba comercializando a 7 mil pesos.
Al día siguiente de trascender las nuevas medidas económicas, “ya se estaba vendiendo la dosis a 12 mil pesos. Fue casi instantáneo”, confió el pesquisa a este medio.
Si bien se trata de un negocio clandestino, la comercialización de cocaína está tan naturalizada, con kioscos narcos en casi todas las barriadas de la región, que obtener su precio no es un riesgo. Basta identificar el lugar y acercarse con efectivo para comprar.
Lo que sí llamó la atención de los investigadores dedicados a este rubro criminal, fue el incremento casi inmediato. Si bien todos los meses advertían los aumentos propios que generan los costos vinculados al traslado, acopio, estiramiento y riesgo. Esta vez los sorprendió a todos.
Mayor violencia
Lo que supone para los investigadores es que ese incremento que le pone el narco a la dosis, medio gramo de cocaína, impactará directamente en la violencia en las calles.
Es decir, los adictos están obligados a conseguir más dinero para poder comprar la droga por lo que recurrirán a lo que sea para poder obtenerlo.
Los cuadros de abstinencia derivan en brotes de una violencia extrema.
Los especialistas en la materia dan cuenta que uno de los principales riesgos que trae la adicción a la cocaína son los brotes de violencia por los cuales los adictos comienzan robando y vendiendo pertenencias de la familia y de ahí escalan a delitos menores y así progresivamente con el único fin de poder obtener el dinero necesario para consumir.
Pero lo que también se espera, es que escale el enfrentamiento territorial entre las organizaciones dedicadas al narcomenudeo debido a la movilidad de los clientes en busca de un mejor precio.
En este negocio, la oferta y la demanda también juegan un papel clave.
Microeconomías familiares
Hace unos siete años que los kioscos narcos se han convertido en micro emprendimientos cuya estructura económica ayuda al sostenimiento de familias ampliadas.
Después de varios golpes al narco donde se lograron incautar grandes cantidades de droga, la modalidad cambió porque si hay algo que tiene el delincuente es que sabe adaptarse rápidamente a la apremiante realidad.
De ahí que se sostenga que los delincuentes son vanguardistas.
Es por eso que establecieron tener varios puntos de venta con pocas cantidades para comercializar porque eso también les evita el ser detenidos por las autoridades federales.
No es lo mismo caer con un kilo de cocaína que con 20 gramos. Primero, por las pérdidas económicas y segundo, porque la causa pasa a integrar una montaña de expedientes similares y por los cuales nadie queda detenido.
Se estima que cada kilo de cocaína, se estira con distintas sustancias hasta convertirlo en tres kilos y a partir de ahí comienza la etapa de fraccionamiento y comercialización al menudeo.
Es decir, en la actualidad por un kilo estirado y fraccionado, se levantan 24 millones de pesos.
“Cuando trabajan fuerte (que son los fines de semana) venden más de cinco kilos tranquilamente. Hay kioscos donde llegas a tener filas de media cuadra”, contó un pesquisa de una fuerza nacional.
Es decir, mueven 120 millones de pesos por mes, lo que es un negocio más que redituable para sostener a una familia, incluso, teniendo en cuenta los riesgos de la actividad.
El subidón de la pandemia: aumentó hasta un 300%
Cuando en marzo de 2020 se decretó el aislamiento, la prohibición de circulación y los fuertes controles dispararon los valores de las drogas en Neuquén entre un 240 y 300 por ciento. La historia da cuenta, que fue la mayor disparada del precio de la droga en la región.
En ese momento histórico, vale recordar que había densos controles en la circulación de todas las rutas del país lo que provocó escasez.
En ese escenario, las personas con adicción llegaron a severos cuadros de abstinencia que los llevó a violar el decreto que impedía circular.
De hecho, los kioscos dedicados al narcomenudeo le supieron sacar tajada a la situación y dispararon los precios.
En las primeras semanas de aislamiento, la Policía confirmó a este medio que la caída del delito rondaba entre 70 y 80 por ciento, mientras que desde el Ministerio Público Fiscal afirmaron que las denuncias se desplomaron un 80 por ciento.
Incluso, el mayor caudal de actividad del MPF pasaron a ser las personas demoradas por violar el DNU que impedía circular.
En ese primer año de pandemia, el kilo de cocaína paso de 350 mil pesos a 1.2 millones de pesos. En la actualidad, su precio supera ampliamente esa cifra y se comercializa en dólares.
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