Caso Otoño Uriarte: por qué se duerme uno de los acusados en pleno juicio
Maximiliano Lagos se durmió al menos dos veces en una audiencia y generó bronca entre los familiares de Otoño. La jueza Caruso lo retó, pero luego se conoció la causa.
El juicio por femicidio de Otoño Uriarte se viene desarrollando con jornadas extensas que por momentos resultan tediosas y tensas para los familiares de la víctima y los acusados. Que uno de los imputados se quede dormido durante las declaraciones, solo avivó la tensión. Sin embargo, su defensa explicó su situación para calmar las aguas.
Los cuatro acusados siguen las alternativas con dispar atención. Mientras que Germán Antilaf, Néstor Cau y José Jafri están pendientes a lo que se señala en los testimonios y cada tanto hacen comentarios con sus abogados defensores, Maximiliano Lagos parece más distante de los dichos de cada uno de los testigos.
A Lagos se lo puede observar mirando hacia otro lado, como ausente de las audiencias. Y, quizás por ello, cuando todos se percataron de que se durmió al menos dos veces en una de las audiencias generó malestar incluso entre los jueces.
El miércoles la jueza Florencia Caruso Martín, presidenta del tribunal, no lo soportó y le llamó la atención severamente. “Lagos, por favor, no se duerma. Estamos en un juicio. Es la segunda vez que le pasa”, le advirtió.
El hombre de 36 años, a quien apodan Pachi, intentó disculparse y se irguió en su asiento como para mantenerse lúcido sin dar mayores precisiones.
Sin embargo, en la audiencia del jueves hubo un cuarto intermedio, sin público ni acusados, en el que su defensa brindó precisiones al Tribunal. Según confiaron fuentes judiciales, Lagos padece una enfermedad crónica por la que está medicado. Uno de los efectos secundarios de la medicación es la somnolencia.
El tratamiento de esa enfermedad, que está acreditada ante el Tribunal, también fue la causa que motivó la suspensión de la audiencia del jueves. Lagos está en libertad y tenía un turno médico que no podía postergar.
Tensión en la sala contigua para el público
El debate oral y público no convocó a una cantidad de público como se estimaba inicialmente dado el impacto social que generó el homicidio de la adolescente de Fernández Oro, ocurrido en 2006.
De todos modos, y como la sala principal de audiencias es reducida, la poca gente que asiste puede seguir las alternativas del debate en vivo y en directo en un espacio que se habilitó en el edificio judicial ubicado en Urquiza y España.
En ese lugar siguen las audiencias del juicio familiares de Otoño y de los acusados y el jueves hubo cruces y agresiones verbales. Este viernes se solicitó que se habilite una segunda sala de observación, pero el tribunal lo rechazó por falta de espacios.
La jueza Caruso advirtió al público que quien no muestre respeto hacia los demás presentes será expulsado y no podrá volver en próximas audiencias.
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