Cipolletti: una picada provocó un violento choque en la Circunvalación
Ocurrió en la tarde del miércoles. Una mujer y un nene debieron ser hospitalizados.
La policía investiga un siniestro que ocurrió este miércoles alrededor de las 19:00 en Larrosa y Circunvalación y que involucró a dos autos en Cipolletti. Una mujer y un niño sufrieron algunos traumatismos y fueron hospitalizados. Una picada habría desencadenado el hecho.
"Sentimos el motor de un auto a gran velocidad y un choque muy fuerte", relató un vecino del lugar, que se encontraba en el patio de su vivienda cuando advirtió que algo había ocurrido en la Circunvalación.
Aunque la policía permanecía realizando las pericias para reconstruir lo ocurrido y determinar la mecánica del hecho, la presunción de que uno de los autos corría una picada era reforzada por los testimonios de las personas que se encontraban a esa hora de la tarde en el sector mencionado.
Los dos autos involucrados en la colisión fueron un Honda Civic y un Toyota Corolla. En uno de los rodados, que nada tuvo que ver con la picada que se investiga, viajaba una mujer y un niño de 7 años de edad que fueron hospitalizados ya presentaron algunos traumatismos. El resto de las personas que participaron del siniestro, resultaron ilesas.
De los dos vehículos, el que presentó daños materiales más importantes fue el Corolla, que terminó con la parte frontal y el tren delantero totalmente destruido.
Un drama constante
El mes pasado y en el barrio Jorge Newbery, los vecinos que viven en torno a la plaza del Arroba, se quejaron de las peligrosas picadas que cada día se empezaban a sufrir hacia el atardecer.
Un cambio de 0 a 100. Quienes más padecen las andanzas de estos pilotos tan aficionados como inconscientes son quienes viven sobre las calles Roca y San Martín. Son esas dos cuadras largas, de casi 110 metros, las elegidas por los pisteros. Y hasta tienen un circuito establecido que les permite dar una vuelta continua al empalmar por Pastor Bowdler y Río Negro.
En distintos sectores han colocado sobre el pavimento tachas reductoras de velocidad, pero faltan algunas piezas, por donde las ruedas pasan sin dificultades. La clásica es pasar haciendo aceleradas a modo de presentación. Aunque también hay desafíos “mano a mano” en el que gana el más veloz. En su mayoría participa autos que exteriormente parecen preparados, con suspensión algo más baja y otros accesorios de competición, además de vidrios polarizados y potentes equipos de sonido.
Los relatos de los damnificados brotan a montones y coinciden en la necesidad de mantener controles más estrictos y robustecer los atenuadores de velocidad, dado que no es la primera vez que el barrio se transforma en pista de carrera, a lo que se suma la plaza como epicentro de juntadas de jóvenes, donde se escucha hasta el amanecer música a todo volumen, se consume drogas y alcohol, se desatan feroces peleas y hasta parejitas mantienen encuentros sexuales.
“A la noche acá no se puede dormir, es un despelote total”, sostuvo un hombre mayor que se asomó al palier de su confortable vivienda, como todas del sector, cuando lo consultó este diario, en una breve recorrida realizada el jueves por la mañana.
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