Definieron la acusación y la velocidad del BMW: el conductor podría ir preso

El 29 de junio pasado, alrededor de las 16, en la Ruta 51 y a la altura del kilómetro 15, un BMW modelo 2020 que circulaba a más de 220 kilómetros por hora pinchó y terminó dando varios tumbos. El acompañante, Edgar Barte, de 53 años, murió en el acto y el conductor quedó internado y grave.

De acuerdo a los informes periciales, ambos tenían puesto el cinturón de seguridad, pero el acompañante falleció producto de un golpe en el cráneo contra uno de los parantes del auto. El conductor terminó internado en grave estado por múltiples lesiones. Entre ellas, varias costillas fracturadas, una perforación en el pulmón y hasta fractura de muñecas.

El siniestro fue tremendo y el ver las fotos de cómo quedó el vehículo aumenta la espectacularidad de una tragedia que todos los investigadores están convencidos que se podría haber evitado, incluso la fiscalía que ya definió los cargos que le va a formular al conductor.

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La dinámica del accidente

Para poder determinar cómo fue el siniestro, los peritos en accidentología vial de la Dirección de Tránsito se encargaron de realizar un minucioso trabajo de reconstrucción en la Ruta 51.

Se estableció que el conductor comenzó a levantar velocidad superando la permitida de 110 km/h. Según los expertos, el siniestro ocurre cuando el vehículo circulaba a unos 230 km/h, pero como las pericias solo establecen la velocidad base comprobable, es decir el mínimo, se determinó 203 km/h.

A esa velocidad, el BMW pincha el neumático delantero izquierdo, el del lado del conductor, por lo que el auto viró hacia el otro carril y el conductor volanteó hacia la derecha con dirección a la banquina.

Se estima que durante 200 metros intentó algún tipo de maniobra de control del rodado, pero sin éxito. En su último intento desesperado muerde la banquina y al tratar de estabilizarlo vuelve a volantear y ahí entró en trompo y volcó dando tumbos en tirabuzón por más de 140 metros.

Esos tumbos fueron de frente y de costado y con alturas que fueron variando hasta que el auto quedó con las ruedas hacia arriba a más de 50 metros de la banquina. Fue tal la magnitud los tumbos que no solo quedó totalmente destruido el BMW, sino que perdió dos cubiertas y dos ruedas completas.

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Acusación con riesgo de ir preso

Se supo que el hombre que iba al volante ha evolucionado favorablemente, ya no hay riesgo de vida y le dieron el alta médica. Incluso, se verificó que ya está en condiciones de participar en la audiencia de formulación de cargos que se realizará a pedido de la fiscal Silvia Moreira que ya cuenta con todos los detalles de la pericia de la Dirección de Tránsito de la Policía.

De hecho, el viernes pasado se iba a realizar la formulación de cargos, pero por cuestiones de la defensa del conductor la audiencia fue suspendida y ya se solicitó su reprogramación a la Ofiju.

LMNeuquén, ya había adelantado los posibles cargos que le imputarían al conductor, pero en estos días hubo una confirmación oficial.

"Se lo va a acusar por homicidio culposo agravado por manejo temerario", detalló una fuente del Ministerio Público Fiscal a este medio.

El manejo temerario, desde el punto de vista legal, se refiere a la conducción de un vehículo de manera peligrosa, imprudente y sin respetar las normas viales. En este caso, hubo exceso de velocidad, si bien no hay cartelería en la Ruta 51, la justicia debe recurrir a la velocidad máxima establecida por ley que es de 110 Km/h que fue superado ampliamente.

La pena para estos casos va de 3 a 6 años de prisión, pero solo en caso de que le dicten el mínimo le podrían una condena en suspenso por lo que no iría a la cárcel.