Denuncian que en la Comisaría Segunda hay superpoblación de presos sin agua, baño, luz ni camas
El Comité contra la Tortura informó sobre la dependencia de avenida Olascoaga al Ministerio de Seguridad de Neuquén.
A casi un año de la declaración de la emergencia de la crisis carcelaria en Neuquén, la situación en la Comisaría Segunda sigue siendo grave por la superpoblación, la falta de agua, baños y luz. Así lo registró el informe realizado por el Comité contra la Tortura que fue entregado al ministro de Seguridad, Matías Nicolini.
La visita que realizaron a principio de este año forma parte del trabajo de rutina del Comité para evaluar si las condiciones de detención respecto del 2024 continúan iguales, si hay una mayor degradación o mejoró. En el caso de la comisaría ubicada en pleno centro de Neuquén, sobre la avenida Olascoaga, encontraron que el panorama se agravó.
"Nos alarmó las serias dificultades para acceder al agua, cuando el único derecho que perdió la persona detenida es la libertad ambulatoria, pero tiene derecho a condiciones dignas según los tratados internacionales, la Constitución y la ley 24660", expresó Roberto Samar, en diálogo con LMNeuquén.
El monitoreo en la Comisaría Segunda
El Comité Provincial para la Prevención de la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanas o Degradantes mostró los resultados del monitoreo que realizaron sin previo aviso en la Comisaría Segunda, que aunque no es alcaidía, cuando hicieron el relevamiento en septiembre estaba más complicada. "Es una comisaria destinaba a la seguridad pública, y, sin embargo, las condiciones no mejoraron y se duplicó la cantidad de gente alojada, en tres celdas hay seis personas", expresó Silvia Couyoupetrou.
Por su parte, en cuanto a lo que observaron en el monitoreo, repasó: "no hay luz natural, luz artificial, están durmiendo en el piso, tienen dificultades para el acceso al agua, no hay, o sea les alcanzan agua en bidones, generando condiciones de insalubridad para las personas detenidas, para las personas que las visitan, y para quienes trabajan allí". En este sentido, recordaron una situación parecida registrada en la Comisaría Quinta, donde una persona les manifestó que durante una visita un niño sufrió una descarga eléctrica.
En tanto, consultado por LMNeuquén sobre la infraestructura de las celdas de la Comisaría Segunda, Samar refirió: "la estructura de agua no está funcionando, no tenían la canilla, y estaba clausurado, se habrá roto por falta de mantenimiento, por lo que enviamos una nota a Nicolini y al comisario, que había asumido hacía muy pocos días le planteamos la preocupación y tomó nota".
Samar también apuntó que la profunda degradación de las condiciones está reflejado en el monitero a las comisarías de la ciudad cuyo resultado fue a dado a conocer en septiembre de 2024: "hay que entender que lo que sucede en la Comisaría Segunda no es una situación aislada, sino que es una situación estructural de insalubridad que se replica en el resto de comisarías de la ciudad".
Advierten sobre las consecuencias de la crisis carcelaria
Los integrantes del Comité contra la Tortura también señalaron que las personas privadas de su libertad en la Segunda no tienen acceso a ninún tipo de actividad educativa, formativa, ocupacional, cultural o deportiva. La situación es idéntica a la Comisaría 1°, la 7°, 17° registra por el organismo en el 2024.
"Lo que no tenemos que perder de vista es que cuando uno garantiza derechos, lo que hace es reducir la violencia, si una persona privada de su libertad tiene acceso a estudiar y aprender un oficio, eso le va a dar herramientas para cuando recupere la libertad", manifestó Samar. Como muestra, señaló un estudio realizado por la Facultad de Derecho de la UBA y la Procuración Penitenciaria de la Nación, sobre el Centro Universitario del penal de Devoto, que reveló que el 85% de los presos que estudiaron no volvió a reincidir.
La raíz del problema, señalaron, está en la superpoblación carcelaria: "está subiendo la tasa de encarcelamiento en Neuquén y no hay plazas, las unidades de detención por orden judicial están cerradas, no puede haber más cupo porque también están llenas y entonces se trasladan los encierros a las comisarías". Por su parte, las condiciones de insalubridad en cárceles como la Unidad 11, también es alarmante: "el 52% de las personas que entrevistamos nos dijeron que algún momento pasó hambre, y que si pude evitar comer las viandas lo hace".
Teniendo en cuenta que la mitad de las viandas que compra el gobierno terminan en la basura, y que no se cumple la ley 24660 que establece que las personas privadas de su libertad tienen derecho a trabajar, Samar consideró que es más recomendable y económica la gestión del alimento que se implementa en otras provincias, donde el estado provee los recursos y los detenidos se cocinan: "es más económico, incluso uno podría proponer que eso sea un oficio, estudien gastronomía y tenga un ingreso económico de reserva para cuando salgan en libertad".
El resultado del monitoreo que muestra que las condiciones se agravaron es desalentador, teniendo en cuenta el crédito público de hasta 50 millones de dólares que la provincia aprobó para hacer frente a la emergencia del sistema de detención.
Te puede interesar...
Lo más leído
Dejá tu comentario