El "Mago" del Skimming fue condenado y pasará una temporada en la cárcel
Mediante esta modalidad, clonó tarjetas y concretó estafas millonarias. La fiscalía de Delitos Económicos logró que asuma la culpa y ahora fue condenado.
El conocido estafador Tomás Alejandro Sosa, alias el "Mago" del skimming, fue condenado a tres años de prisión efectiva tras admitir su responsabilidad por catorce ataques, de los cuales concretó solo cuatro por casi 3 millones de pesos. La sentencia pone fin a un caso que se destapó a principios de año y que incluyó un raid delictivo por distintas provincias.
El proceso judicial contra Sosa se resolvió parcialmente mediante un acuerdo en el que aceptó los cargos de fraude especial por el uso no autorizado de datos de tarjetas de débito, en calidad de coautor en cuatro hechos.
En la audiencia de cesura que se realizó a primera hora de este martes, la fiscalía de Delitos Económicos, a cargo de Juan Manuel Narváez, obtuvo otra condena de prisión efectiva.
En este caso, tras analizar agravantes y atenuantes, entre ellos la corta edad del "Mago", se arribó a una pena de tres años tras las rejas.
Un raid delictivo interprovincial
En febrero pasado, el "Mago" del skimming comenzó una travesía delictiva que abarcó varias provincias, entre ellas Corrientes, Buenos Aires, Córdoba y Neuquén. En esta última, logró cometer cuatro estafas exitosas, mientras que en otros intentos fracasó. Sosa fue rastreado y detenido en Comodoro Rivadavia gracias a la colaboración entre el Departamento de Delitos Económicos de Neuquén, la policía de Chubut y la empresa Red Link, que aportó información crucial sobre las maniobras delictivas del acusado.
La detención del Mago fue el resultado de una compleja investigación llevada a cabo por la fiscalía de Delitos Económicos y el Banco Provincia de Neuquén (BPN), que facilitó videos y registros de los cajeros automáticos utilizados en las estafas. Tras su arresto en Chubut, Sosa fue trasladado a Neuquén para enfrentar los cargos de estafa reiterada.
¿Qué es el skimming?
El skimming es una modalidad de ciberdelito en la que el delincuente instala un clonador de tarjetas en cajeros automáticos con gran circulación, generalmente en horario pico. A través de esta tecnología, los estafadores copian la información de las tarjetas y, con ayuda de una aplicación especial, crean tarjetas clonadas que permiten extraer dinero de las cuentas de las víctimas.
Sosa, oriundo de Santa Fe, se ganó el apodo de "el Mago del skimming" por su habilidad para manipular los cajeros automáticos sin ser detectado. En palabras de los investigadores, su destreza era tal que parecía no tocar los dispositivos, lo que dificultaba su detección.
En Neuquén fueron 14 ataques
La serie de ataques del Mago en Neuquén comenzó el 22 de febrero en el cajero automático del BPN en calle Godoy. A las 13:32, Sosa ingresó al cajero y en cuestión de minutos transfirió 220.000 pesos de la cuenta de su primera víctima. Poco después, en el mismo cajero, realizó una segunda transferencia de 251.600 pesos.
Luego, Sosa se trasladó hasta el cajero del BPN en el hospital Horacio Heller. Allí, a las 14:11, accedió a otra cuenta y retiró un total de 2.132.000 pesos en pocos minutos, lo que lo obligó a abandonar rápidamente el lugar. Su siguiente parada fue en el cajero del BPN ubicado en Alcorta y San Luis, donde concretó una última transferencia de 271.000 pesos a las 15:01.
En menos de dos horas, el Mago se había llevado más de 2.8 millones de pesos de cuentas bancarias en Neuquén. Sin embargo, sus maniobras no siempre tuvieron éxito; en esa misma jornada, intentó al menos diez transacciones que fracasaron por motivos como PIN incorrecto, tarjetas inválidas y cuentas sin fondos.
El Mago desenmascarado
Desde que se registraron las primeras denuncias en Neuquén, el Departamento de Delitos Económicos inició una investigación exhaustiva que incluyó el análisis de videos de seguridad de los cajeros y el seguimiento de transacciones sospechosas.
La clave para la captura de Sosa fue el reporte del 28 de febrero en Comodoro Rivadavia, que fue enviado por Red Link y alertó a la policía sobre la presencia del Mago en esa localidad.
Con la información y las imágenes provistas por el BPN, los investigadores neuquinos lograron identificar al delincuente y contactar a sus pares en Chubut, quienes finalmente lograron detener a Sosa en un operativo concretado en Comodoro Rivadavia.
Acuerdo y condena
Gracias a la sólida evidencia recolectada, Sosa optó por admitir su responsabilidad en cuatro de los hechos cometidos en Neuquén, lo que permitió a la fiscalía cerrar el caso mediante un acuerdo de culpabilidad.
La condena a tres años de prisión efectiva es el resultado de este acuerdo, y aunque el tipo de delito prevé una pena de hasta seis años por cada hecho de este tipo, el análisis de los atenuantes y agravantes permitió alcanzar esta resolución.
El caso de Tomás Alejandro Sosa demuestra la complejidad y alcance de los ciberdelitos. Pese a su habilidad, "el Mago del skimming" no logró zafar de la justicia.
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