Encontraron muerto a uno de los acusados por el crimen de un trabajador tucumano
Es el hombre que había aportado el auto para trasladar el cadáver de Maximiliano Gallardo a una cantera del lago Pellegrini. Estaba imputado pero libre. Lo encontraron sin vida en una casa.
Apareció muerto en Cinco Saltos un hombre de alrededor de 40 años, imputado por el asesinato del trabajador tucumano Maximiliano Gallardo ocurrido en mayo del año pasado en la misma ciudad rionegrina, por discrepancias vinculadas a la venta de drogas.
Marcos Figueroa se llamaba. Su cuerpo fue hallado este lunes por la mañana en una vivienda de la calle Perito Moreno. Una primera hipótesis indica que se trataría de un suicidio, aunque que no se descartan otras líneas de investigación, indicó Seny Radio (99.9) en su cuenta de Facebook.
Al lugar concurrió personal de la Comisaria 7ma, Brigada de Investigaciones y del Gabinete de Criminalística, cuyos integrantes se abocaron a recoger elementos indiciarios de valor para la causa.
El cuerpo, como es de rigor, lo trasladaron a la morgue de General Roca, donde le iban a realizar la autopsia que determinará las causas de la muerte.
Figueroa estaba en libertad pero había sido acusado por el delito de “encubrimiento agravado por la gravedad del hecho”.
Se sospechaba que habría aportado su auto Renault Sandero para transportar el cadáver de Gallardo, quien había llegado a la zona para trabajar en la fruta, hasta una cantera abandonada situada cerca del lago Pellegrini, donde lo arrojaron envuelto en una bolsa de nylon.
Hay otros tres imputados que se encuentran en prisión preventiva: Leticia Saso, Ezequiel Millar y Federico Oses. Los tres residían en la vivienda donde se habría cometido el hecho, calificado como “homicidio agravado por el uso de arma de fuego y por alevosía”. A Figueroa lo responsabilizaban por “encubrimiento agravado por la gravedad del hecho”.
Un balazo en la frente
El crimen ocurrió la tarde del 17 de mayo de 2024 cuando Gallardo fue hasta la casa de los acusados con un conocido que lo esperó en las inmediaciones, pero que se fue porque pasaban las horas y no regresaba.
Las pericias determinaron que ya en el interior del inmueble lo hicieron arrodillar y le dieron un balazo en la frente con un arma calibre 22 o 25. Después envolvieron el cuerpo en un nylon negro y lo llevaron hasta la zona de bardas, donde lo dejaron tirado.
La mamá del Gallardo hizo la denuncia por la desaparición de su hijo. Se vino de Tucumán porque no contestaba el teléfono y no lo podía ubicar.
Los investigadores llegaron a la conclusión que había sido asesinado y pusieron en la mira en los sospechosos. También que un conflicto por drogas podría haber sido el móvil.
Hicieron varios operativos en busca del cuerpo en distintos sectores de la amplia periferia. Trabajaron expertos rastreadores con perros entrenados, pero no lo encontraban.
Hasta que uno de los acusados se quebró y dijo donde habían descartado el cadáver. Fue el 6 de agosto. Dos meses y medio después. Fueron al lugar y efectivamente encontraron los restos.
La pista de la droga
La hipótesis que elaboró la Fiscalía Descentralizada descripta por la fiscal Judith Saccomandi y el fiscal Jefe Gustavo Herrera, indica que el móvil está relacionado con un frustrado negocio estupefacientes, dado que la víctima era adicta y los acusados vendían drogas.
Según esta versión, todo fue por un aire acondicionado al parecer proveniente de un ilícito que Gallardo debía entregar a los supuestos narcos, que le habían pagado con cocaína.
Sin embargo, el aparato quedó en poder de un menor de edad que aparece en la causa, lo que provocó el conflicto fatal.
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