Fin a la novela del secuestro de la gitana: ¿cuánto se pagó de dote?
El secuestro fue denunciado a mediados de septiembre por la familia. La joven en un video negó todo y dijo que huyó porque no quería que la casen con un primo.
Unos 70 días pasaron desde que la familia de una joven gitana de 15 años denunció en la justicia que había sufrido un secuestro. Finalmente, se llegó a un arreglo con los supuestos secuestradores, se pagó una dote y la joven se quedó en Roca con su novio preparando el casamiento.
Fue una novela gitana sin dudas. LM Neuquén develó el caso a mediados de septiembre y las repercusiones llegaron hasta los medios nacionales.
Tuvo todos los condimentos. Dimes y diretes, una historia de amor, una muerte trágica, familias enfrentadas, desterradas y finalmente un arreglo con dote incluida.
“Los jóvenes de la comunidad gitana están yendo contra las tradiciones y también contras las formas de manejarse en los negocios. El cambio de época y generacional está teniendo mucho impacto en los adultos y cada vez es más complejo manejar la comunidad”, confió una fuente que conoce desde adentro a los zíngaros.
Son tiempos donde las elecciones comienzan a temprana edad, donde nadie quiere anclarse a las tradiciones y lo efímero gobierna. Para los gitanos es todo cimbronazo.
Del secuestro a la huida
El 13 de septiembre a las 3 de la madrugada una camioneta VW Amarok negra frenó en calle Primeros Pobladores al 1700 de Neuquén. Un hombre de unos 40 años ingresó, supuestamente por la fuerza, a una vivienda y raptó a una joven gitana de 15 años.
La mamá de la joven contó a este medio que: “tipo 3 de la madrugada me dirigí a la Farmacia del Pueblo a comprar medicación porque tenía la presión alta. Cuando estaba volviendo a mi domicilio me llamaron por teléfono mis hijas menores diciéndome que habían entrado y se había llevado por la fuerza a mi hija de 15 años mientras ella pedía ayuda a los gritos”.
Dicha denuncia, se radicó a las 9:20 del mismo día del secuestro en Ciudad Judicial. La mujer brindó la identidad del hombre que raptó a su hija y hasta explicó que vivía en General Roca.
Tanto la Policía como la Justicia, conocedores de las tradiciones gitanas y que estos secuestros se resuelven cuando acuerdan las familias y pagan una dote, aguardaron para ver si la comunidad resolvía esta situación.
Ni bien publicamos la nota en LM Neuquén, la joven subió un video a una cuenta de Facebook y lo dirigió a la justicia y a este medio.
En el video dejó en claro que se fue por amor y que nada tenía que ver con un secuestro de hecho huyó con un bolsito que tenía preparado.
“Les quería informar que a mí nadie me secuestró, nadie me obligó a nada. Yo quise por mi voluntad propia. Yo con mi novio estoy desde hace dos años saliendo y yo lo quise a él", explicó la joven.
“Mi familia me quería obligar a casar con mi primo, que es más que un hermano para mí. Yo no lo quise a él. Yo elegí venir acá (a Roca) porque yo lo quiero mucho a mi novio. Acá estoy bien y le quería informar eso, que la denuncia que hizo mi familia nada que ver”, concluyó la gitana que se plantó frente a una situación que impactaban directamente sobre sus elecciones de vida.
La trama y el drama
Este no fue el único video que envió la gitana. De hecho, la fiscalía recibió varios más donde la joven detallaba su posición y aclaraba una y otra vez que no estaba secuestrada.
No obstante, la familia insistía con esa teoría y exigía respuestas a la Policía, a la fiscalía y a la Defensoría de los Derechos del Niño, Niña y Adolescente. Esto generó muchísima tensión.
Un dato que pudo confirmar LM Neuquén fue que detrás de esa huida por amor había algo que no encajaba en la comunidad gitana porque generalmente siempre se termina arreglando, pero en este caso no querían saber nada.
La mamá de la novia dijo: “con esa gente no queremos saber nada. Acá no hay dote ni arreglo posible. No queremos saber nada con ellos, solo queremos de regreso a nuestra hija”.
El papá de la joven también se plantó y afirmó: “ni por un millón de dólares la dejo a mi hija con esa gente. Ellos están muy mal vistos acá en Neuquén y por eso se fueron a vivir a Roca”.
Finalmente, reconocieron que había una muerte que no permitía llegar a ningún tipo de acuerdo con la familia del joven amado por su hija.
Para ser claros, la familia con la que huyó la adolescente está vinculada a la muerte accidental de una niña de la comunidad gitana que ocurrió en marzo de 2018.
El hecho trágico que llevó al destierro a la familia gitana sucedió cuando el joven era menor de edad y atropelló a una pequeña gitana de 9 años.
De acuerdo con lo informado por la Policía en ese entonces, la tragedia ocurrió en calle Primeros Pobladores al 1400.
El joven habría hecho marcha atrás para salir con un vehículo, no vio a la niña y la atropelló.
Primero se dijo que era una camioneta y que al tener alta la parte de atrás no la vio y luego se comentó que era un Renault Clío con el que salió raudamente.
Lo cierto es que la pequeña murió a raíz de las lesiones sufridas. Esa noche todos los gitanos rodearon el hospital regional Castro Rendón y cuando se conoció la muerte de la pequeña hubo incidentes en los que tuvo que intervenir personal de la Comisaría Primera.
La comunidad gitana le reprochó esa muerte a la familia del joven y los desterraron de Neuquén por eso terminaron radicándose en Roca.
Arreglo final, dote y casamiento
En esta semana LM Neuquén pudo confirmar con fuentes judiciales y policiales que finalmente se terminó la novela gitana.
Sucede que la insistencia de la familia de la joven desencadenó una serie de exhortos de la justicia neuquina a la rionegrina para poder allanar una serie de viviendas en General Roca.
Cuando se estaban por concretar las medidas, las familias en pugna aparecieron en la fiscalía neuquina y solicitaron frenar y levantar la denuncia.
Todavía mastican bronca las autoridades policiales y judiciales por los desaires de esta familia gitana.
¿Qué pasó con las familias? Se llegó a un acuerdo entre ambas familias guste o no al resto de la comunidad zíngara neuquina. La situación era insostenible a futuro y prometía un final con antecedentes judiciales.
La familia de la gitana tuvo que aceptar lo inminente de la voluntad de la hija que quiere estar con un joven al que ama y no tienen intensiones de participar de ninguna boda arreglada con un primo.
Pero como todavía es parte de la tradición pagar un dote a la familia de la novia, se arregló un pago de 15 mil dólares en efectivo.
Este es uno de los aspectos más controvertidos para quienes no son parte de la comunidad gitana, el pago por una hija. Pero los zíngaros lo toman como una especie de ofrenda por la crianza y el cuidado de la joven.
En la actualidad, aseguran que parte de ese dinero se utilizará para el casamiento y para que la nueva pareja pueda comenzar finalmente con su nueva vida.
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