Insólito: un preso de Senillosa pidió que lo dejen cultivar cannabis en la cárcel
El interno aclaró que su destino es la fabricación de aceite medicinal y que le servirá para tratar su diabetes. Tanto médicos como jueces lo descartaron.
Los pedidos insólitos de algunos presos alojados en el Complejo V de la localidad neuquina de Senillosa sumaron en los últimos días un capítulo más, con una presentación que fue analizada en forma inicial por el juzgado federal 2 de Neuquén y, luego, la Cámara Federal de Apelaciones de General Roca.
De forma audaz, un interno que se encuentra a disposición del Tribunal Oral en lo Criminal 16 de la ciudad autónoma de Buenos Aires, describió un problema de salud y sin dilaciones, propuso que lo dejen anotarse en el Reprocann para hacer, en la cárcel, una huerta de Cannabis sativa. Para que no queden dudas de sus intenciones, remarcó que con su producción tenía previsto fabricar aceite y destinarlo a su tratamiento.
La solicitud se analizó en dos instancias
El curioso pedido del presidiario generó la intervención de una nutricionista y un médico, que elaboraron un completo informe sobre su estado de salud. Por un lado, la Unidad Médico Asistencial del Complejo Penitenciario Federal (CPF) apuntó que en marzo pasado una nutricionista lo atendió y le indicó una dieta especial por su cuadro de diabetes. También lo vio un médico y que se refirió a su solicitud de tratarse con aceite de cannabis. En forma contundente, el profesional remarcó que “en la medicina tradicional el cannabis no está reconocido como un tratamiento estándar para la Diabetes”.
Frente a lo señalado por los profesionales, el juez de primera instancia descartó la propuesta realizada por el interno a través de un hábeas corpus. Más allá de este pronunciamiento, el preso decidió probar suerte ante los camaristas federales roquenses.
Sin embargo, el completo informe de los integrantes del equipo médico del CPF derivó en otra respuesta negativa a sus intenciones de hacer un autocultivo de cannabis en la cárcel.
A pesar de los controles minuciosos de los agentes penitenciarios, muchos familiares de presos buscan entregarles drogas a través de distintos modus operandi. Uno de los hechos más llamativos del año pasado fue el hallazgo de 100 gramos de marihuana en un parlante portátil.
Droga en un parlante portátil
El incidente por el ingreso de droga en la cárcel federal de Senillosa se registró el 12 de octubre del año pasado y el interno no solo se vio perjudicado en la calificación de concepto y conducta sino también se le abrió una causa por infracción a la Ley 23.737.
Más allá de la irregularidad, el preso protestó por el secuestro de los elementos y elevó un hábeas corpus junto con otras quejas por su situación de encierro. A su turno, desde la División Control y Registro del Servicio Penitenciario Federal (SPF), brindaron un completo informe de la droga secuestrada en el parlante portátil, distribuida en dos envoltorios y que pesó un total de 104 gramos. De la misma forma, se refirieron al equipo de telefonía móvil y que se avanzó con los procedimientos de rigor en ambos casos.
El preso, impaciente, igualmente hizo una presentación ante el juzgado federal 2 de Neuquén capital y luego insistió ante la Cámara Federal de Apelaciones de Roca.
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