La citó por Facebook, la raptó y la violó en barrio Cordón Colón: comenzó el juicio

Con la acusación a cargo de la fiscal del caso, María Eugenia Titanti, un varón comenzó a ser juzgado hoy, imputado por haber abusado sexualmente de una joven con la que había pactado un encuentro a través de Facebook. Los cargos formales son dos delitos de abuso sexual con acceso carnal en concurso real con rapto.

El imputado, cuyas siglas son A.H.L, llegó a juicio con prisión preventiva desde el día en que se le formularon cargos, el 10 de junio del 2024. Durante una audiencia realizada este lunes, se le extendió la medida cautelar por otros 4 meses a solicitud de Titanti, quien explicó que era indispensable mantener la prisión preventiva porque había riesgos de fuga y de entorpecimiento de la investigación, además de proteger la integridad de la víctima.

El hecho juzgado ocurrió el 8 de junio, entre las 8 y las 17, en la vivienda del hombre ubicada en el barrio Cordón Colón de la ciudad de Neuquén. Durante ese lapso, golpeó gravemente a la víctima cuando se negó a mantener relaciones sexuales, y tras cerrar la puerta con traba, la abusó sexualmente en dos oportunidades.

barrio Cordón Colón, en la barda neuquina.

En el corazón del barrio Cordón Colón, pegado a la barda neuquina, se concretó el rapto y violación de una joven de 22 años.

Inicio del juicio por abuso sexual

El tribunal está integrado por los jueces Cristian Piana y Andrés Repetto, junto a la jueza Carina Álvarez. Como informó el Ministerio Público Fiscal, en el transcurso del juicio, Titanti y el asistente letrado Bruno Miciullo presentarán las pruebas y testimonios que sostienen la teoría del caso de la fiscalía.

Según pudieron reconstruir a partir de la investigación, el hombre tenía 36 años cuando cometió los delitos que se le atribuyen. Primero, contactó a la víctima, de 22 años, a través de la red social Facebook y de pactar un encuentro en una plaza.

Fue en ese marco de confianza que acordaron ir a la casa del A.H.L, donde compartieron bebidas y droga. La fiscal marcó en ese momento hubo un punto de inflexión cuando la joven le pidió que la llevara a su casa porque se quería ir. El imputado se negó, trabó la puerta y le dijo que si quería salir tenían que tener relaciones sexuales.

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Titanti destacó que la joven accedió a tener sexo “sin haber podido consentir libremente esa acción”, pero que reiteró el pedido. Como respuesta, la fiscal expuso que “el imputado se ofuscó y comenzó a golpearla incluso con un taco de pool que había en la casa y que se rompió durante la agresión”.

Durante el alegato de apertura del juicio, este martes, la fiscal también precisó que el imputado continuó con el ataque y para lograr irse del lugar, la mujer simuló estar de acuerdo con lo que había pasado.

De esta manera, cerca de las 17, finalmente A.H.L accedió a llevarla a su casa. En el trayecto, la víctima pudo registrar con su teléfono una amenaza por parte del imputado para que no diga nada y advirtió a familiares lo que le había ocurrido.

El juez Cristian Piana aceptó el acuerdo al que llegaron las partes.

El juez Cristian Piana aceptó el acuerdo al que llegaron las partes.

Agustín Martínez

La "suerte" de cruzar a su abusador en el hospital

De acuerdo a lo que reconstruyó la fiscal, el imputado y la víctima se cruzaron de manera fortuita posteriormente por lo que pudieron identificar al agresor y conectar su identidad con el relato de la víctima.

Cabe recordar que en el viaje en auto hasta su vivienda ella pudo activar la grabadora del celular y le recriminó las agresiones, a lo que él le respondió en tono amenazante: “tenés que agradecer que estás viva”.

Cuando llegaron a su casa, la joven le advirtió rápidamente a sus familiares que lo golpearon, pero logró huir en su auto. Un par de horas después, cuando ella concurrió para hacerse el examen que dicta el protocolo por abusos se lo encontró porque él había acudido para curarse algunas lesiones. Ni bien se radicó la denuncia, la fiscal Titanti, avanzó con celeridad y se ordenó la detención del hombre y se implementó el protocolo de abuso para resguardar a la víctima.

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