Ladrones entraron a una biblioteca y se robaron todo menos los libros
Ingresaron por el patio del fondo y se llevaron los materiales que utilizan para dar clases a los chicos del barrio.
En la madrugada de este martes, la Biblioteca Popular de Segundo Vázquez, del barrio Villa Ceferino de Neuquén, sufrió un robo que dejó a la comunidad en estado de desesperación. A pesar de la magnitud del saqueo, los ladrones no se llevaron ni un libro, pero sí todos los materiales esenciales para las actividades diarias del lugar.
Daniel Bello, presidente de la biblioteca, detalló a LU5 el complejo panorama que atraviesa la institución desde marzo de este año, cuando comenzaron los primeros actos de vandalismo. “Empezaron robando el tendido eléctrico, dejándonos sin luz y sin cámaras de seguridad. Luego, nos desmantelaron parte del cerco perimetral. Era un golpe tras otro, pero lo de esta madrugada fue la gota que colmó el vaso”, relató Bello, visiblemente afectado por la situación.
Este martes, cuando Bello y su esposa llegaron al lugar, se encontraron con una escena alarmante. Los ladrones habían ingresado por la parte trasera, en un patio interno que da a la calle Combate de San Lorenzo. Arrancaron una reja de gran tamaño, de 230x2 metros, y se llevaron una serie de objetos imprescindibles para las actividades de la biblioteca. Entre lo sustraído se encuentran seis guitarras del profesor de música, un teclado, un microondas, una cafetera y una computadora completa, incluyendo el CPU y el monitor.
“La mayoría de lo que robaron se utilizaba para las actividades diarias de la biblioteca, sobre todo en los talleres de música. Este material es esencial para los chicos del barrio, que asisten a las clases de música los sábados o utilizan el espacio para otras actividades”, explicó Bello. Aunque la biblioteca es un lugar que ofrece acceso gratuito y abierto a la comunidad, el robo representa un golpe no solo material, sino también social, afectando a aquellos que dependen de este espacio para su educación y recreación.
La historia de la biblioteca, que lleva 25 años ofreciendo un espacio cultural en Villa Ceferino, está marcada por el esfuerzo constante de quienes la gestionan. Sin embargo, los recientes robos y la falta de recursos hacen que su funcionamiento sea cada vez más complicado. “Desde el primer robo, hemos tenido que vivir con la amenaza constante de perder más cosas. Intentamos adaptarnos, pero las condiciones son cada vez más difíciles”, agregó Bello.
Desde que se produjo el primer robo del cableado eléctrico, la biblioteca ha enfrentado una serie de desafíos para recuperar la normalidad. En los intentos por restablecer el suministro eléctrico, la institución ha recibido apoyo del secretario general de ATE, Carlos Quintriqueo, quien gestionó la instalación de un nuevo pilar eléctrico. Sin embargo, la situación sigue siendo precaria, ya que los ladrones continúan robando cables y afectando la seguridad del lugar.
“Lo peor de todo es que, a pesar de los esfuerzos por poner en marcha las reparaciones, el material robado es muy costoso y no tenemos los recursos para reemplazarlo. Los subsidios que recibimos son insuficientes. No alcanzan ni para cubrir lo básico, y mucho menos para reponer lo que se llevaron en el robo”, lamentó el presidente de la biblioteca.
Además de los robos, la falta de seguridad en la zona también contribuye a la creciente sensación de vulnerabilidad. A pesar de contar con cámaras de seguridad y un sistema de alarma, los ladrones lograron desactivar estos dispositivos al robar el cableado, lo que dejó al lugar completamente desprotegido. La policía de la Comisión Tercera acudió al lugar tras el robo, para tomar las huellas dactilares y realizar una inspección, aunque todavía no se han obtenido resultados concluyentes.
“Lo que más nos molesta es la impunidad con que actúan. Sabemos que hay cámaras en las cercanías, pero los ladrones ya tienen claro cómo y por dónde entrar. Parece que ya estudian el terreno antes de actuar”, explicó Bello. La zona donde se encuentra la biblioteca, cerca de la cancha de fútbol y la escuela, no cuenta con suficiente iluminación ni vigilancia, lo que facilita que los delincuentes operen con total libertad.
Los vecinos quieren ayudar a reponer lo robado
A pesar de la incertidumbre, la comunidad sigue luchando para mantener la biblioteca abierta. “Estamos trabajando con la comisión y con los vecinos para encontrar la forma de seguir adelante. Ya nos han donado algunos materiales como cemento y ladrillos, pero necesitamos mucho más. Estamos pidiendo ayuda a los vecinos para poder cerrar el acceso por donde entraron los ladrones”, relató el presidente de la biblioteca.
El robo ha dejado a la comunidad de Villa Ceferino sin algunos de los recursos más importantes para las actividades educativas y recreativas de la zona, pero la solidaridad y el compromiso de los vecinos y colaboradores no se han detenido. “La biblioteca es del barrio, no es nuestra. Nosotros solo estamos aquí para gestionarla, pero necesitamos que la comunidad se involucre y nos apoye. No queremos que esto se pierda”, concluyó Bello.
A pesar de los esfuerzos para recuperar lo perdido y seguir adelante, la situación es crítica. La biblioteca enfrenta la difícil tarea de reconstruirse, pero las cicatrices de estos robos dejan una marca que resalta la importancia de la protección y el apoyo para estos espacios culturales, que son fundamentales para el desarrollo de la comunidad.
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