Los peritos, la cámara del auto y las antenas complican a los acusados por el crimen en Autovía Norte
El juicio por jurados por el crimen de Lucas Telmo terminará el próximo martes. Los detalles de la prueba que analizó el jurado esta semana.
Luego de los primeros días de juicio, la prueba complica a los imputados por el crimen narco que tuvo como víctima a Lucas Telmo. Todo será decisión del jurado popular que analiza cada pieza aportada por los testigos y esta próxima semana, la defensa contará con dos días más para intentar despegar a sus representados y refutar la abundante prueba presentada por la fiscalía.
Los primeros días tras el hecho todo era incertidumbre, al menos públicamente, aunque ahora se sabe que los investigadores ya contaban con prueba clave y solo restaba dar con los presuntos autores: Maximiliano José Bovino, Darwin Patricio Quezada Navarrete y Lucas Beroiza. Lamentablemente para los imputados, la prueba que más los incrimina es que todo quedó grabado por una cámara incorporada en el Mercedes Benz, instalada por su dueño (hoy testigo en la causa), que graba los alrededores del auto (exterior), pero también registra el sonido dentro del habitáculo.
Aunque no se tiene un audio exacto del momento del crimen -dado que la cámara se apagó cuando se apagó el vehículo justo antes-, la fiscalía sostiene que los tres imputados estuvieron presentes en los últimos minutos de vida de Lucas Telmo y que le prometían venganza por un conflicto relacionado con la venta de estupefacientes.
Por todo esto, hoy el fiscal jefe Agustín Garcia encabeza la acusación contra los tres hombres, quienes habrían cometido el homicidio previo acuerdo y "aprovechando el estado de indefensión de la víctima dada la zona en la que estaban y que le habían quitado el celular", por lo que se los busca condenar como coautores del delito de homicidio calificado por el uso de arma de fuego, por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas. Además, se sostiene que lograron llevar a la víctima hasta allí "mediante engaños".
Por un lado, esta semana los peritos presentaron el informe detallado producido a partir de las imágenes registradas por la cámara instalada en el Mercedes Benz C200, que como LMNeuquén ya había adelantado, fue una de las claves para descubrir la secuencia de engaño a la víctima, que fue conducida hasta el descanso del Gauchito Gil, a un par de kilómetros de la empresa Capex sobre la Autovía Norte, donde lo acribillaron a tiros.
La secuencia
Todo arrancó pasadas las 13 del viernes 16 de febrero, cuando Telmo dejó a su novia en su casa y luego se quedó en la casa del dueño del auto (ya que el auto no pertenecía a Telmo), hasta alrededor de las 17. A esa hora partió hacia el Z1 para buscar a Quezada Navarrete y a un tercero (a quien no se ve, pero sí se escucha), hoy identificado como Beroiza.
Allí, tras pasarlo a buscar, pasaron a comprar cerveza en un comercio del oeste neuquino. La cámara registró a Quezada al bajar del auto y pasar por delante de él, momento en que se pudo identificarlo, con sus tatuajes que lo vuelven inconfundible.
Luego, los tres continuaron viaje y en inmediaciones de calles El Girasol y El Maíz, en el barrio Colonia Rural Nueva Esperanza, de un momento a otro, Quezada Navarrete y el cómplice "abordaron a la víctima": de acuerdo al audio que grababa la parte interna del vehículo, lo golpearon y luego lo hicieron pasarse al asiento trasero bajo la amenaza de dispararle y ordenándole "Agachá la cabeza".
Así, Quezada Navarrete tomó el volante del Mercedes, le quitó el celular a Telmo y avisó por teléfono a Bovino que ya lo tenían, dando a entender que se trataba de algo acordado. "Acá lo tengo, que quiere hablar con vos, que quiere pedirte perdón, que te va a pagar, no sé", le dijo presuntamente a Bovino.
Quedaron en encontrarse en inmediaciones de donde fue abandonado el auto con la víctima dentro, cerca de la empresa Capex, previo a lo que Bovino chequeó si era necesario llevar a más gente, preguntando: "¿Llevo ayuda?". Quezada le indicó que no sería necesario: "No no, si ya está, él quiere hablar y quiere solucionar las cosas".
Una vez que llegaron allí, se encontraron con Bovino, quien llegó a bordo de una camioneta Toyota Land Cruiser color blanca registrada a nombre de su esposa. Allí, dejó la camioneta y se subió al Mercedes junto a la víctima y los otros dos agresores. Esta Toyota también quedó registrada en video, al estar estacionada junto a la ruta, delante del Mercedes. De ella se escucha bajar a un masculino, que sería Bovino.
A pesar de las súplicas de Telmo y las promesas de que pagaría lo que debía, todo lo cual también quedó grabado, Bovino, descreído, lo acusó de seguir recibiendo droga de otro proveedor y luego de esto se habría perpetrado el homicidio. Dado que el auto fue sacado de ignición, lamentablemente no se tiene registro del momento del crimen, que habría ocurrido justo después, según el diálogo que mantuvieron las partes y que sí quedaron registradas. La cámara registró casi tres horas de imágenes clave para la causa.
Más prueba contra los imputados
A la víctima -que iba sentada en el asiento trasero del Mercedes- lo acribillaron de siete disparos con, según se estableció en la autopsia, dos armas de fuego distintas y desde dos ángulos distintos; por un lado, se estima que una persona le habría disparado desde el asiento delantero y otra persona estando sentada junto a él en el asiento trasero. Aunque las armas homicidas no fueron halladas en los allanamientos desplegados, sí se recuperaron dos cartuchos coincidentes con los calibres de los proyectiles que causaron las heridas en casa de Beroiza.
Telmo recibió impactos de bala en labio, cabeza, abdomen, codo derecho, pierna izquierda y mano izquierda. El que resultó mortal fue el de la cabeza, que le ocasionó un traumatismo craneoencefálico grave que lo llevó a su deceso.
Quezada Navarrete y Bovino no solo están implicados por las cámaras, sino también por las huellas que dejaron en el vehículo. Se estima que ninguno de los tres se imaginaba de la existencia de la cámara en el auto.
La víctima fue abandonada en el auto que dejaron con las balizas puestas a unos 3 kilómetros de la rotonda de la empresa Capex y encontrada horas más tarde, ya en la madrugada del sábado, por sus propios familiares.
Por otro lado, los testigos convocados por la fiscalía también hablaron del impacto de las antenas celulares, que permiten ubicar a los tres imputados en el lugar del hecho, algo prácticamente irrefutable.
No obstante, se espera que este próximo lunes, cuando el jurado comience a escuchar a los testigos de la defensa, se busque refutar las imágenes registradas por el vehículo, el audio y posiblemente también otros puntos. Posiblemente, los imputados junto a sus defensas busquen despegarse, intentando probar que no estuvieron en el lugar o que al menos no efectuaron los disparos a la víctima.
La familia de Telmo está representada por los abogados particulares Juan Ignacio Seballos y Elio Gallardo, quienes acompañan la acusación.
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