Policía herido: ¿cuál es la principal hipótesis del accidente y qué dice el parte médico?

El agente policial, Bautista González, fue herido al recibir un disparo accidentalque se le habría escapado a un compañero mientras manipulaban las armas reglamentarias para limpiarlas. El hecho ocurrió este martes, pasado el mediodía, en una vivienda ubicada en calle Belgrano al 4400.

González, de 23 años y recientemente ingresado en la Policía, permanece internado en el Hospital Castro Rendón, donde fue intervenido quirúrgicamente de urgencia.

policia disparo baleado calle belgrano

El agente Bautista González fue herido por su compañero mientras manipulaban sus armas reglamentarias para limpiarlas.

Claudio Espinoza

Lesión con pronóstico reservado

De acuerdo con la información proporcionada por fuentes hospitalarias, en la tarde del martes, el disparo provocó una lesión medular espinal y una lesión vascular grave que jaqueaban la vida de González.

Fue por ese motivo que debió ser ingresado a quirófano con pronóstico reservado y toda una institución en vilo.

Pasada la medianoche, se informó que salió de quirófano y fue trasladado a la terapia intensiva.

El cirujano Pablo Eugin reportó a las autoridades policiales que el agente presentaba daño en varios órganos.

Ahora, solo hay que esperar la evolución de las primeras 24 horas y si todo marcha bien, en 72 horas habrá un pronóstico más certero sobre la salud de González. Después se verá el tema de las secuelas.

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La fiscal Eugenia Sola demoró al policía y luego lo liberó al tener elementos suficientes que indican que habría sido un accidente.

Investigación judicial

El incidente involucra a otro policía, compañero del herido, quien ya está a disposición de las autoridades judiciales.

No fue detenido, aunque se le secuestró el arma para peritar, todo de forma, porque hay elementos suficientes para sostener la teoría del accidente que deberá ser investigado por los peritos, pero en el fondo late un accionar negligente.

Según trascendió, ambos se encontraban en la casa de calle Belgrano realizando tareas de limpieza de sus armas reglamentarias, una pistola Bersa Thunder 9 mm, cuando ocurrió el disparo.

De hecho, el policía al que le escapa el disparo accidental solicitó de inmediato una ambulancia y contactó a sus compañeros para recibir apoyo en el lugar. Reflejo que refuerza la teoría del accidente.

De hecho, la fiscal de turno, Eugenia Sola, intervino en el caso y ordenó la demora preventiva del policía que disparó. Tras las primeras diligencias y declaraciones de los vecinos, quienes aseguraron no haber escuchado discusiones o incidentes previos, se dispuso la liberación del agente que está bajo investigación por lesiones culposas.

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Claudio Espinoza

Bala en recamara

La hipótesis principal que se maneja es que el disparo ocurrió debido a que el policía que manipulaba el arma no la descargó por completo antes de comenzar la limpieza.

Se supone que retiró el cargador, pero no habría verificado si quedaba bala en recamara corriendo la corredera para que sea eyectada y siempre con el cañón apuntando al suelo.

Acá hay dos elementos claves de la manipulación del arma a la hora de la limpieza que no se habrían respetado, al menos viejos policía e instructores no ven que haya existido otra posibilidad, por lo que será clave la pericia.

Para que se entienda algo fundamental, el arma tendría que haber estado con el cañón hacía el suelo en diagonal, pero habría estaba apuntando hacía González, algo que no se debe hacer ni a modo de broma. Cuando se manipula un arma tiene que ser con mucha responsabilidad y conciencia.

Este tipo de accidentes, aunque infrecuente, expone un debate que da cuenta que si con solo seis u ocho meses de preparación y una instrucción básica en el manejo de armas, los nuevos agentes están en condiciones de portar armas lo que es una gran responsabilidad personal y social.

Para que quede claro, a un estudiante de medicina que termina el primer año no lo mandan a realizar una operación. Hay tareas que requieren de cierto conocimiento y madurez.

No es sencillo estar con un arma en la cintura, haciendo tareas de prevención, apostando la vida a tan corta edad.

El vertiginoso crecimiento de Neuquén ha dejado en el debe la cantidad de policías respecto del crecimiento demográfico. Vale recordar que las camadas que hoy conducen la institución tuvieron dos años de formación, ahora con seis u ocho meses los jóvenes agentes son lanzados a la calle. Hay que buscar un equilibrio lógico.