Vendían partes de autos robados en redes sociales y descubrieron un desarmadero

La Policía recuperó un vehículo Chevrolet Corsa que fue sustraído días atrás en Bariloche y estaba en pleno desguace. Los ladrones ofrecían las autopartes eran comercializadas a través de las redes sociales.

Los investigadores dieron con el domicilio donde estaba el vehículo, al cual le faltaban el motor y varias piezas más. Las cubiertas habían sido colocadas en otro vehículo que fue hallado en el mismo predio, en la zona Sur de Bariloche.

El Cuerpo de Investigaciones Judiciales logró dar con el domicilio donde se encontraba el auto. Personal de esa dependencia, además, constató que delincuentes ofrecían las piezas de ese vehículo a través de las redes sociales y que incluso el mismo ya había sido desguazado.

El motor del rodado ya no se encontraba en el auto y tampoco las ruedas, que estaban colocadas en otro vehículo ubicado en las inmediaciones.

El allanamiento se realizó en un domicilio de la calle Malvina Soledad al 4200, en el extremo sur de Bariloche.

El rodado fue sustraído semanas atrás de la zona céntrica y desde entonces los uniformados intentaban dar con su ubicación.

Secuestraron autopartes por casi 500 millones de pesos

La División Unidad Operativa de Investigaciones Especiales de la Policía Federal Argentina (PFA) realizaron meses atrás, una serie de allanamientos y controles en desarmaderos en las localidades de Zapala, Centenario y Allen. Hubo dos que fueron clausurados y secuestraron autopartes por casi 500 millones de pesos.

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Los operativos, que incluyeron dos allanamientos simultáneos en Zapala, contaron con la colaboración del personal de la Dirección de Investigación de Delitos Federales y del Área de Desarmaderos del Ministerio de Seguridad de la Nación, quienes detectaron que algunos establecimientos no cumplían con los requisitos legales para operar y menos aún para la comercialización ilegal de autopartes.

Los allanamientos surgen de una investigación judicial iniciada por la Unidad Fiscal de Zapala que está a cargo de Laura Pizzipaulo.

Durante los procedimientos, las autoridades encontraron una gran cantidad de autopartes y hasta vehículos completos en proceso de desguace. Ninguno de los locales poseía documentación que respaldara la actividad comercial o la procedencia de las piezas, lo cual fue considerado como una falta grave. Por ello, la justicia ordenó el secuestro de las autopartes y la clausura de ambos establecimientos. Además, los responsables de los desarmaderos fueron imputados por infracción a las leyes mencionadas.

El procedimiento incluyó la inmovilización de las autopartes secuestradas, prohibiendo su venta hasta que la justicia defina su destino o los dejen bajo la figura de custodia judicial.

Según datos que trascendieron de la investigación, el valor de las autopartes secuestradas asciende a aproximadamente 473 millones de pesos, cifra que pone en evidencia la magnitud del negocio clandestino que se venía desarrollando y que está más vigente que nunca.