La empresa NRG, que tiene su planta en Allen, mantiene reuniones con los gremios y los gobiernos de Río Negro y Neuquén para abordar la crisis que afecta al mercado de arenas de cercanía.
Hubo reuniones con los gremios de Petroleros y Camioneros que incluyeron a representantes de las operadoras y funcionarios de los gobiernos de Río Negro y Neuquén, las dos provincias en las que NRG tiene una fuerte inserción no sólo por la producción de arenas sino, además, por los cientos de trabajadores que emplea de ambas provincias. El fin de semana circuló el rumor de que la compañía había retrotraído los 181 despidos anunciados la semana pasada, pero, finalmente, no hubo vuelta atrás.
Los telegramas de despido siguieron llegando a los domicilios de los trabajadores desafectados de NRG en los últimos días, a medida que la compañía atravesaba una serie de reuniones para intentar explicar ante el resto de los actores involucrados por qué se complejizó demasiado el escenario económico para la empresa y no hubo más remedio que aplicar un plan integral de reestructuración.
Con los 181 despidos confirmados en NRG, los gremios tuvieron que "recoger el guante" y por estas horas se encuentran tratando de reubicar a los empleados despedidos en empresas de la región que están ligadas a la actividad del petróleo y el transporte: tarea para nada fácil en un contexto económico de marcados ajustes hacia adentro de las estructuras.
Este miércoles NGR tendrá una nueva reunión con el gremio de Petroleros y otras operadoras, pero las cartas ya están sobre la mesa. La crisis que atraviesa la compañía por la caída estrepitosa de su facturación, la falta de cumplimiento en los compromisos de compra de las arenas de fractura por parte de las operadoras y la sustitución de las arenas de NRG, que son de cercanía provenientes de canteras de la región, por arenas de lejanía que llegan desde de Entre Ríos, son algunos de los principales factores que hirieron gravemente al proyecto de NRG.
Crisis en NRG: En Río Negro máxima atención y en Neuquén poco interés
El conflicto en NRG tuvo para los gobiernos provinciales de Río Negro y Neuquén, miradas completamente distintas. Aunque no lo dicen explícitamente, la compañía espera que los gobiernos acompañen con medidas que sirvan para proteger el mercado de las arenas de cercanías, que había ganado terreno en la actividad hidrocarburífera de la región durante los últimos años.
En Río Negro el propio gobernador, Alberto Weretilneck, siguió de cerca el conflicto que abrió el escenario de crisis y puso a las primeras líneas de su gabinete en la mesa que reunió a todos los actores involucrados. El ministro de Gobierno, Trabajo y Turismo, Fabián Gatti; la secretaria de Energía y Ambiente, Andrea Confini; el secretario de Minería, Joaquín Aberastain Oro; y el responsable de Relaciones Institucionales de Energía y Ambiente, Mario Figueroa, participaron de una reunión virtual con el CEO de NRG, Cesar Guercio. También los funcionarios mantuvieron un encuentro con los dirigentes gremiales.
El ministro Fabián Gatti remarcó la prioridad del gobierno de defender el empleo y la regularidad laboral en el sector. “La presencia nuestra en este marco, en este diálogo que mantuvimos, es sobre todo para conservar la fuente de trabajo, transmitir a los operadores y a todos los que están vinculados a este gran sistema que genera mucho trabajo pero que también trae conflictos como es Vaca Muerta”, expresó.
En Neuquén, la atención de la actualidad que atraviesa la compañía NRG no fue la misma, pese a que, de los 181 trabajadores despedidos, la mitad son de esa provincia. Un director del gobierno provincial fue el interlocutor designado para las últimas reuniones.
NRG debería gestionar al menos 1.500.000 toneladas por año para sostener su funcionamiento, pero en 2024 no superará las 600.000 toneladas. Tras la reorganización, NRG debería ser capaz de sostener una operación de aproximadamente 900.000 toneladas anuales.
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